La gripe aviar ocasionada por el virus altamente patógeno H5N1 podría ser uno de los protagonistas en 2025: siguen surgiendo más preguntas respecto a su evolución y las implicaciones que podría llegar a tener en la salud pública mundial, según la revista Science.El H5N1 no es nuevo, desde 1996 se tenía registro de su circulación en 23 países, sin embargo, la diversificación de sus huéspedes en los últimos años despertó alerta: a finales de 2021 se propagó entre aves silvestres y avícolas de Europa y América del Norte.Solo un año después alcanzó a América del Sur. Se tiene conocimiento de que su avance devastó mamíferos, como zorros, gatos, delfines, osos polares y mapaches en distintos puntos del mundo.En 2024, ganado estadounidense de al menos 16 estados dio positivo a las pruebas. A la lista se sumaron 66 casos humanos confirmados en Estados Unidos y uno más de gravedad en Canadá. Las personas adquirieron el virus al interactuar ya sea con vacas lecheras o aves de corral.La mayoría experimentó síntomas leves, entre ellos conjuntivitis. Mientras que un número reducido presentó fiebre y problemas respiratorios leves. Sin embargo, un caso en Canadá cambió la tendencia en noviembre del año pasado. De acuerdo con un reportepublicado en The New England Journal of Medicine, una niña de 13 años de edad presentó conjuntivitis, fiebre e insuficiencia respiratoria progresiva que la llevó a ser intubada. La pequeña presentaba comorbilidades que pudieron haber influido en su estado, como asma leve y obesidad. No obstante, lo que llamó la atención de los médicos fue que la muestra del virus que se recogió 8 días después de que los síntomas comenzaron mostró tres mutaciones “potencialmente asociadas con una mayor virulencia y adaptación humana”. Distintas instituciones se han ocupado de seguir la pista del microorganismo ante la posibilidad de que el virus alcance una versión de mayor riesgo. Dadas las circunstancias, expertos consideran que se debería encontrar un equilibrio entre "seguir como siempre" y adoptar mayor vigilancia.Tal es el caso de Jeanne M. Marrazzo, directora del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID, por sus siglas en inglés) y Michael G. Ison, jefe de la División de Enfermedades Respiratorias de la División de Microbiología y Enfermedades Infecciosas del NIAID, quienes plantearon cuatro claves para controlar el brote. ¿Se puede hacer algo ante el avance del virus?Con la mutación continua del H5N1 se vuelve vital el trabajo conjunto de médicos, autoridades y agentes agrícolas. A la par se requiere que la gente confíe en los servicios de salud para que acudan en caso de presentar síntomas sospechosos, como explican Marrazzo e Ison en su reflexión publicada a finales de diciembre en The New England Journal of Medicine. Por otro lado, las tres mutaciones observadas en Canadá dejan en evidencia la importancia de vigilar de cerca los cambios dentro del microorganismo, ya que permiten evaluar el riesgo de que el peligro escale. Al respecto, Jeanne y su colega consideran más que necesario virar a un enfoque deOne Health, ya que este “reconoce que la salud de los seres humanos, los animales domésticos y salvajes, las plantas y el medio ambiente en general (incluidos los ecosistemas) están estrechamente vinculados y son interdependientes”. Y es que, algunas de las enfermedades infecciosas más letales para la humanidad han alcanzado a la especie a través de otros animales, como la Gripe Española o la Peste Negra. Actualmente, y como alertan los especialistas, los datos genómicos del H5N1 en animales no incluyen información crucial sobre dónde y cuándo se tomaron las muestras, lo que dificulta entender cómo se propaga el virus y rastrear mutaciones. “Estos datos también proporcionarían la oportunidad de detectar de forma temprana mutaciones que podrían presagiar avidez por el epitelio respiratorio humano, lo que puede requerir tan solo una mutación”, se lee en un comentario de los investigadores. Por ahora, más allá de si el número de contagios crece o no entre humanos, es necesario continuar desarrollando y probando medidas médicas contra el virus, así como reforzar las precauciones. “Muchos entornos no cuentan con aire acondicionado y durante el verano pueden ser excepcionalmente cálidos, y el uso de ventiladores grandes puede facilitar la dispersión de partículas en el aire”, alertan los investigadores de NIAID.Qué tan riesgoso, vacunas y tratamientosSegún expertos, los tratamientos y vacunas disponibles son suficientes para prevenir que lainfluencia aviar del tipo H5N1 provoque una enfermedad grave, por lo que, por ahora, representaun riesgo bajo para las personas.Las pruebas en el laboratorio de las vacunas candidatas han resultado ser exitosas, pues neutralizan las cepas que actualmente circulan en el mundo. Además, por ahora los virus actuales pueden ser tratados eficazmente con algunos medicamentos antivirales.No obstante, pese a que los nuevos informes han permitido dilucidar más sobre el curso que toma el virus, aún hay muchas lagunas de conocimiento. Además, en las últimas semanas se han detectado más casos en distintas regiones de Estados Unidos, así como más personas con enfermedades respiratorias adquiridas a través de aves de corral o fuentes desconocidas. "Sin una comprensión más clara del alcance de la exposición, la infección, la evolución viral y la transmisión, no podremos proteger adecuadamente a nuestras comunidades de un patógeno que ha demostrado ser un desafío formidable para la salud humana y animal", concluyen los médicos.LHM
