La fina ingeniería de Kicillof en el inicio de 2025: aliados y enemigos en su frente

Si bien las últimas semanas del 2024 no fueron fáciles -políticamente hablando- en la Provincia de Buenos Aires, el gobernador Axel Kicillof comenzó la tarea fina que supone armar electoralmente en el distrito más importante del país: pidió armar un frente político, conoce a sus aliados y a sus potenciales enemigos, aunque no quiera hablar de todos ellos. 

Kicillof sufrió un traspié en los últimos días del año cuando las bancadas opositoras en la Legislatura le bloquearon un paquete de leyes entre las que se destaca un permiso para renegociar la deuda que contrajo María Eugenia Vidal en 2018.  Ayer, tampoco prosperó la convocatoria para retomar el diálogo con los otros bloques. Nadie se responsabilizó por el cortocircuito aunque en la práctica, ya se habla que reanudar las negociaciones tomará unas semanas.

Para aprobar el Presupuesto, la Ley Impositiva y el Endeudamiento, el gobierno bonaerense necesita de votos opositores que no aparecieron en diciembre. Si bien el bloque oficialista se mostró cohesionado, con los diputados de La Cámpora dispuestos a votar lo pedido por el gobernador, sorprendió el silencio del referente de esa agrupación, Máximo Kirchner, quién no salió en defensa de quien fuera ministro de Economía en la segunda presidencia de su madre. 

Desde La Cámpora aseguraron que la buena voluntad se debe apreciar en el apoyo que los diputados de esa fuerza estaban dispuestos a poner en juego en el recinto, que es donde "se cuentan los goles". 

Carlos Bianco, mano derecha del gobernador, fue interrogado por la prensa sobre el tema y si bien prefirió dirigir sus críticas a los opositores, debió improvisar una incómoda maniobra discursiva para no referirse a Máximo Kirchner. 

La Cámpora no sólo tiene legisladores en La Plata, tiene a sus hombres y mujeres en el propio gabinete de Kicillof, entre ellos, el ministro de Salud, Nicolás Kreplak y la titular de ambiente, Daniela Vilar. Además, la fuerza comandada por Máximo cuenta con varios intendentes que se han mostrado abiertamente críticos con el gobernador. 

El titular del Ejecutivo bonaerense sabe que necesita de esos votos y que debe gestionar el día a día junto a esos intendentes, pero también conoce que muchos de ellos son los que motorizan críticas y le piden definiciones: quieren que se elimine la restricción a las reelecciones municipales y presionan para que no desdoble los comicios. 

Kicillof no está en desacuerdo con dar vía libre para que se posibiliten las reelecciones, pero cree que es un proyecto que debe ser impulsado por los intendentes y tratado en la Legislatura. En ese punto, nadie quiere pagar el costo político de anunciar una medida que puede caer de mala manera en la opinión pública. 

Mientras tanto, otro grupo de jefes comunales  está trabajando bajo la idea de una "conducción" kicillofista del PJ que se despegue de lo que pueda buscar Cristina Fernández de Kirchner. Coincidentemente, en esa línea el viernes último, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, se mostró a favor de un armado electoral propio que eluda "la lapicera" que tendrá Cristina. Quizá el dirigente bonaerense tenga allí otro aliado. 

Sin embargo, dos nombramientos de última hora parecen indicar que hay otro sector en danza. Mucho se habló del silencio de Sergio Massa desde las elecciones presidenciales, pero cierto es que sus hombres comienzan a ganar protagonismo en la provincia. Primero, por un acuerdo político, Alexis Guerrera llegó a la presidencia de la Cámara baja y horas más tarde, Martín Marinucci reemplazó al desplazado Jorge D'Onofrio. 

Kicillof podría haber elegido alguien por fuera del massismo para suplantar a quien fue su ministro de Transporte, pero eligió nuevamente dentro del Frente Renovador. Además, ese último funcionario llega acompañado por Damián Contreras, referente de esa fuerza en Moreno, tierra conducida por Mariel Fernández, una de las dirigentes más cercanas a Cristina Fernández.

Si la tarea fina que tiene que realizar el gobernador para armar el frente político que sueña es como aquella que alguna vez describió un grupo de rock platense, deberá cuidarse de las contradicciones que se gestan en la lealtad, pero también, de las posibles traiciones.