De la Gran Depresión a España: el curioso origen de las rebajas de invierno

Con la llegada del nuevo año, millones de personas en todo el mundo esperan ansiosas un evento que se ha convertido en un verdadero ritual comercial: las rebajas de enero. Más que simples ofertas, este periodo está cargado de historia, curiosidades y estrategias que han evolucionado a lo largo del tiempo. Pero, ¿de dónde surgieron estas rebajas y por qué se celebran en este mes?

Las rebajas de enero nacieron en Estados Unidos, durante la Gran Depresión de 1929. En aquel momento de recesión, los comerciantes se enfrentaban al problema de mantener sus negocios a flote. Para ello, implementaron ventas de saldo o liquidaciones que permitían ofrecer productos a precios reducidos con el objetivo de deshacerse del exceso de mercancía y reducir costes de almacenamiento.

Tiendas como Bloomingdale’s y F&R Lazarus & Co. fueron pioneras en esta estrategia. Este enfoque no solo atrajo a consumidores con presupuestos limitados, sino que también estableció un precedente para convertir los descuentos de inicio de año en una tradición comercial.

En España, las rebajas de enero se popularizaron en la década de 1940. Empresarios como Pepín Fernández, de Galerías Preciados, y César Rodríguez, de El Corte Inglés, importaron la idea tras inspirarse en los almacenes El Encanto de La Habana (Cuba). Estos visionarios adaptaron el concepto al mercado español en un periodo marcado por las dificultades económicas tras la Guerra Civil.

La primera campaña oficial de rebajas en España, denominada 'Venta post-balance', se lanzó en 1940 con el propósito de liquidar los productos acumulados y ofrecer precios accesibles a los consumidores.

¿Por qué es enero el mes elegido?

El inicio del año es ideal para las rebajas debido a tres factores principales:

• Liquidación de stock: Tras la campaña navideña, los comercios necesitan espacio para las nuevas colecciones. Las rebajas de enero son la oportunidad perfecta para deshacerse del inventario sobrante, evitando costes de almacenamiento y pérdidas económicas.

• Incentivo al consumo: Enero suele ser un mes de contención económica para muchas familias después del gasto en regalos y celebraciones navideñas. Los precios reducidos atraen a los consumidores, facilitando compras que, de otro modo, pospondrían.

• Adaptación al calendario comercial: Con el cambio de año, las marcas renuevan inventarios y se preparan para la próxima temporada. Las rebajas facilitan esta transición, optimizando la gestión comercial.