"Esto es personal, esto apenas empieza. Como no les molesta cuando andan calentando otras plazas [...] Vamos por todas las tienditas de Los Salas y a la gente que les ayuda, halcones, informantes, mitoteros y a los que les ayudan a lavar dinero a estas sabandijas [...] No van encontrar otro destino más que el panteón [...] Pura gente del samurái a la orden de los Mata Salas put*s", se escucha a mencionar a un hombre encapuchado y fuertemente armado en un video que se viralizó en redes sociales en junio de 2024. Poco más de seis meses después, bajo ese mismo tenor fueron presuntamente amenazados en Sonora un grupo de exponentes de regional mexicano entre los que destacaron Natanael Cano, Tito Torbellino Jr. y Javier Rosas. A través de una narcomanta colocada a las afueras de una preparatoria en la capital de Sonora, las presuntas amenazas señalan a dichos intérpretes y a agrupaciones locales de Hermosillo, Guaymas, Obregón y Navojoa de supuestamente beneficiar financieramente a la célula criminal conocida como Los Salazar. Si bien el titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), Gustavo Rómulo Salas Chávez, informó que se abrió una carpeta de investigación y se dictaron las medidas de protección necesarias para las personas mencionadas en el mensaje, la situación volvió a avivar la disputa que grupos criminales sostienen por el control de municipios clave de Sonora. Y es que, aunque la presencia del Cártel de Sinaloa predominó durante décadas, el reacomodo interno que la organización criminal ha experimentado en los últimos años ha hecho de algunas de sus “plazas” zonas de disputa para grupos criminales que, aunque anteriormente eran aliados, se terminaron por convertir en aguerridos enemigos. Los Salazar El apellido Salazar se consolidó como el predilecto para hablar sobre el crimen organizado que opera en Sonora. Su historia se remonta a inicios de la década de los 90's cuando dos hermanos, originarios de Chínipas en la sierra de Chihuahua, arribaron a Navojoa para participar en la producción y distribución de marihuana que era contrabandeada por la frontera hacia Estados Unidos. Sus nombres fueron Adán y José Crispín Salazar Zamorano quienes, de acuerdo con InSight Crime, ingresaron a la estructura del Cártel de Sinaloa como parte del cuerpo de seguridad de Joaquín El Chapo Guzmán.Con Don Adán cuidando sus espaldas, el cofundador del Cártel de Sinaloa escaló enormes peldaños hasta llevar a la organización a la cúpula del narcotráfico en México. Una vez que ganaron la confianza de El Chapo, a el clan familiar de Los Salazar se les encomendó operar las plazas de Sonora. Fue así como las rutas de Navojoa y Hermosillo quedaron bajo control de Adán Salazar Zamorano, su hermano José Crispín y sus hijos, quienes se encargaron de sembrar violencia por cada rincón del estado en su afán de "defender" sus operaciones. En una entrega que el periodista Rubén Mosso realizó para MILENIO reza que a uno de los hijos de Don Adán -identificado como Jesús Alfredo Salazar Ramírez- se le señaló como el presunto responsable de la matanza de ocho personas ocurrida en 2010 en Creel, Chihuahua. A la lista de episodios violentos adjudicados a la célula criminal entonces aliada al Cártel de Sinaloa se sumaron el asesinato de la periodista Miroslava Breach en 2017 así como el del activista Nepomuceno Moreno Núñez. La violencia que Los Salazar esparcieron por Sonora provocaron el desplazamiento forzado de por lo menos mil 200 personas en Sonoyta y de otras 300 familias en Chínipas, Chihuahua, según dan cuenta reportes de InSight Crime. Pese a que en 2011 Don Adán fue detenido e ingresado al Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 5 Oriente y extraditado a Estados Unidos una década después, su legado criminal continuó operando primero al mando de su hijo Jesús Alfredo Salazar Ramírez y posteriormente de su hermano José Crispín Salazar Zamorano. La ruptura con el Cártel de SinaloaLa detención definitiva y extradición a Estados Unidos de Joaquín Guzmán Loera figuró como un importante punto de inflexión para el Cártel de Sinaloa luego de que sus hijos, conocidos en el hampa de México como Los Chapitos, asumieron el liderazgo de la parte del imperio de su padre.Una vez al mando, los hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar así como Ovidio y Joaquín Guzmán López se involucraron en conflictos con antiguos socios de su padre, tal y como pasó con Los Dámaso en 2017. Tras la captura de Ovidio Guzmán López alias El Ratón en enero de 2023, el resto de los Los Chapitos lanzaron una indicación tajante y determinante para sus aliados: quedaba estrictamente prohibida la fabricación y distribución de fentanilo en zonas bajo la influencia de dicha facción del Cártel de Sinaloa.El potente opioide sintético, con el que lograron amasar una fortuna, se convirtió en el enemigo número uno del gobierno estadounidense tras la crisis sanitaria que su consumo desató. Dicho factor motivó una intensa cacería en contra de los hijos de El Chapo que fueron señalados como la cabeza de la operación de tráfico de fentanilo más grande y prolífica del mundo. "'Nos dijeron que matáramos a cualquiera que siguiera produciendo fentanilo', explicó el pistolero. 'Solo hay unos pocos elegidos cercanos a los jefes que pueden producir'", señala un testimonio de un pistolero de la facción de Los Chapitos recuperado por InSight Crime en marzo de 2024. Aquellos que no acataron la instrucción de los hijos de El Chapo sufrieron las consecuencias. De pronto, lo cuerpos de algunos cocineros y distribuidores comenzaron a aparecer en México, sin embargo, eso no detuvo a otros grupos criminales. De acuerdo con información difundida por la fundación dedicada al estudio de amenazas para la seguridad nacional y la ciudadana de América Latina y el Caribe, la prohibición de Los Chapitos empujó a los laboratorios a emigrar principalmente a Sonora y Baja California.Para entonces, la plaza de Sonora continuaba bajo dominio de Los Salazar por lo que su desobediencia a la instrucción de Los Chapitos fue considerada como motivo suficiente para pasar de ser socios a rivales y, de este modo, buscar encabezar su propia organización criminal en el estado.Fue así como Los Salazar, junto con brazos armados de la zona conocidos como Los Paredes y Los Cazadores, se unieron para autodenominarse como el Nuevo Cártel Independiente de Sonora, una organización criminal que volvió a cobrar relevancia tras la captura de Ismael El Mayo Zambada en Estados Unidos. En agosto de 2024, tan solo un mes después de la caída del Señor del Sombrero, un agente de la patrulla fronteriza que recorre Arizona confirmó al periodista Óscar Balderaspara MILENIOque Los Salazar ya eran considerados como una escisión independiente al Los Chapitos que, además, cuenta con su propio brazo armado: Los Salazares.Los Mata Salas La insurrección de Los Salazar del Cártel de Sinaloa no pasó desapercibida para Los Chapitos. Prueba de ello fueron múltiples episodios violentos que poco a poco comenzaron a reportarse en municipios sonorenses en contra de quienes alguna vez fueron sus socios.En un inicio, los ataques fueron atribuidos a otros brazos armados con los que los hijos de El Chapo cuentan en Sonora como es el caso de Los Pelones o Los Delta, sin embargo, tiempo después un grupo de pistoleros hizo su presentación a través de diversas redes sociales autodenominándose como Los Mata Salas. El objetivo fue tan explícito como su nombre: eliminar a miembros de Los Salazares en la disputa que ahora la facción de Los Chapitos sostiene con sus antiguos socios y contra todos aquellos que busquen colaborar con ellos. Aquella narcomanta abandonada recientemente en Hermosillo sostiene como presuntos colaboradores financieros a exponentes del regional mexicano de talla de Natanael Cano, no obstante, serán las investigaciones de la fiscalía sonorense las que determinen si se trata de un hecho aislado y sin fundamentos o si, por el contrario, se trata de una amenaza más del amplio historial con el que cuenta el regional mexicano en el país. ATJ
