En un lugar tan contaminado como Granada , que según coinciden varios estudios es una de las capitales españolas con peor calidad de aire , plantar chopos puede ser una buena solución. Es lo que sugiere una investigación realizada en el marco del proyecto europeo LIFE Wood for Future/Madera para el Futuro, liderado por la Universidad de Granada, que recalca su «papel protector» frente a los gases y partículas contaminantes, así como su capacidad para amortiguar los efectos negativos de las intrusiones de polvo sahariano. El estudio lo han llevado a cabo el profesor de Física Aplicada de la UGR Enrique Pérez Sánchez-Cañete y la investigadora María Ángeles Ripoll en una estación de medición de la calidad del aire, cedida por la Diputación de Granada, dentro de la chopera del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de la Junta de Andalucía, y ha servido para comparar sus resultados con los registros de las estaciones de Granada Norte y el Palacio de Congresos entre el10 de junio y 17 de julio de 2022. En los análisis del aire se registró la presencia de gases contaminantes urbanos como dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono y ozono, y de partículas en suspensión gruesas (PM10) y finas (PM2,5). La estación de medición de la chopera registró un Índice de Calidad del Aire (ICA) considerado «bueno» el 97,5% de ese periodo , frente a los registros de las otras dos estaciones -Granada Norte y Palacio de Congresos- donde la calidad del aire fue buena el 37.3% y el 26.6% del tiempo, respectivamente; «razonablemente buena» el 50.2% y 61.6%; «regular» el 12.4% y el 11,7%; y «desfavorable» el 0.1% y 0%. Un Índice de Calidad del Aire bueno indica que la contaminación atmosférica presenta un riesgo escaso o nulo para la salud humana. Si es razonablemente bueno, puede tener efectos negativos para un grupo reducido de personas, mientras que un ICA regular comporta riesgos para las personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares, niños y ancianos. Por último, si es desfavorable, los efectos adversos ya pueden afectar a toda la población . «El estudio demuestra que la chopera no solo mantiene una calidad de aire mayoritariamente buena, sino que también actúa como un amortiguador contra factores puntuales de contaminación, como la intrusión de polvo sahariano«, ha subrayado Enrique Pérez Sánchez-Cañete, quien además ha resaltado la importancia de poner en marcha estrategias basadas en la naturaleza , como la plantación de árboles, «para combatir los efectos de la contaminación atmosférica en ciudades y sus alrededores». «Un aspecto importante es que no se encontraron diferencias significativas entre los datos obtenidos dentro de la chopera y a 50 metros de distancia, lo que sugiere que el efecto positivo de la vegetación en la calidad del aire se extiende más allá del área estudiada . Esto pone de manifiesto el papel crucial de las choperas y la vegetación en general como elementos capaces de mitigar los efectos de la contaminación en áreas urbanas y periurbanas. La capacidad de las plantas para filtrar partículas y absorber contaminantes gaseosos contribuye de manera significativa a mejorar la calidad del aire y a proteger la salud humana», ha concluido el profesor. Granada tiene choperas en los alrededores, pero bastante menos que antes . En la Vega se ha pasado de 12.000 hectáreas a sólo 3.000 en lo que va de siglo. Esta disminución, según han destacado los investigadores, «es uno de los factores que podrían explicar el drástico empeoramiento de la calidad del aire» en la capital granadina.
