Según el XIV Barómetro de las familias en España elaborado por The Family Watch el 80% de los encuestados cree que actualmente «existen mayores dificultades para formar una familia hoy que en generaciones anteriores. Concretamente este dato aumenta en cuatro puntos respecto al estudio del año anterior», aseguró María José Olesti, directora general de esta organización durante la presentación del informe. «El problema -añadió- es que lo jóvenes sí quieren tener hijos, pero no encuentran las circunstancias adecuadas para tenerlos. Se trata de un dato que debe invitar a la reflexión. las familias necesitan estabilidad. Por ello, solicitamos a los responsables políticos que tengan en cuenta los deseos de los jóvenes en sus políticas sociales para alejarles de vaivenes ideológicos y políticos, y conseguir esa estabilidad y seguridad que tanto necesitan para que puedan contribuir al desarrollo de nuestra sociedad». Sólo el 34% considera que «formar una familia está bien valorado», y el 20% «que se educa a los hijos en valores de respeto». Para los encuestados, las medidas principales para mejorar «el bienestar de las familias» son «medidas para favorecer la conciliación» (74,8 %) y «el acceso a la vivienda en jóvenes» (66,5 %). En menor medida también mejorarían el bienestar de las familias «las ayudas fiscales» (44,8 %), «ayudas a familias vulnerables» (43,2 %) y «la prestación por hijo a cargo» (32,4 %). En cuanto al establecimiento de prioridades en los próximos 5 años, «viajar» (63,5 %) y «prosperar en su vida profesional» (59,3 %) encabezan el ranking. Sólo 1 de cada 3 encuestados «piensan en formar una familia» en los próximos 5 años. Para los menores de 45 años, formar una familia estaría por detrás de viajar, prosperar en su vida profesional, ampliar sus estudios, y en cuarto lugar, formar una Familia. David Álvarez, director de proyectos del Grupo de Análisis e Investigación añadió que «el 50% de los jóvenes desea tener una familia, pero no se lo plantean porque les preocupa mucho la situación política que les genera incertidumbre, así como la económica y las dificultades que encuentran para acceder a una vivienda propia o de alquiler. Por ello, se ven obligados a retrasar, o descartar, su deseo de tener hijos». La situación económica es otro de los aspectos que un año más ha analizado este barómetro que los encuestados consideran mayoritariamente «regular» o «mala». Los jóvenes (18 a 44 años) y las mujeres son más críticos con la actual situación económica de España. La percepción de que la economía actual es «buena» desciende con respecto al año anterior aunque obtiene la segunda mejor puntuación del histórico de este barómetro. La perspectiva sobre la económica familiar futura será principalmente «igual», aunque los más jóvenes (18 a 44 años) ven de manera más positiva el futuro económico de su familia. Según el histórico, el dato actual refleja que los españoles creen mayoritariamente que no habrá muchos cambios en el futuro. Cabe señalar que sube algo la percepción negativa sobre el futuro económico de su familia. La salud mental de las familias españolas no es ajena a la situación que le toca vivir, y la influencia de las redes sociales, sobre todo entre los jóvenes, está haciendo mella cada vez más en su salud mental. El «uso excesivo de las Redes Sociales y su exposición», «la exposición a insultos/injurias» y «los cambios en la autoestima al seguir a influencers» son los principales riesgos de los jóvenes. Así, el 75% de las familias encuestadas considera que el acceso a contenidos peligrosos e inadecuados (pornografía), webs de citas contactos, son los principales riesgos para los jóvenes, seguidos por el consumo de noticias falsas (fake news) sobre temas relacionados con la salud y la alimentación, (74%). El uso abusivo de videojuegos en línea y/o e-games, estaría en el tercer puesto de principales riesgos (70%) para los jóvenes. Como principales factores desencadenantes del deterioro de la salud mental en los jóvenes se establece que «las RRSS» (68,3 %), «el bulling en colegios» (56,4 %) y «la baja autoestima» (49,7 %) estarían en cabeza. En las personas adultas, los factores principales son «dificultades económicas» (78,9 %) y «la soledad» (49,1 %). Los encuestados reconocen que el uso de las pantallas entre las familias cada vez está más normalizado. Así, dos tercios de ellas que tienen hijos menores le dan el móvil a los 12 años o antes, siendo la edad más habitual los 12 años. Según los encuestados las familias son el principal activo para reducir el impacto de las RRSS en los jóvenes (32,5 %). En menor medida también es importante el papel de «las instituciones educativas» (15,2 %), «las autoridades mediante leyes» (13,1 %), «la propia industria» (12,9 %) y «los propios jóvenes» (10,8 %). Ante un problema relacionado con la salud mental, los encuestados, acudirían en primer lugar a su pareja y a los profesionales. Las mujeres y mayores de 44 años se apoyarían más en los profesionales y los jóvenes en su entorno (pareja, familia y amigos). Más de la mitad de los jóvenes, entre 18 y 29 años, considera sentirse solo, (en el caso de las mujeres el 41% y el 31% en el de los hombres) y el 75% se siente preocupado por la situación laboral (73% de las mujeres y 62% de los hombres). La hipersexualización de los jóvenes, principalmente entre los adolescentes, es otro de los aspectos que más preocupa a las familias. Casi el 69% considera que «sería necesario aumentar la legislación que regule la publicidad en que aparecen menores», el 54% piensa que «dan una imagen sexualizada de los niños/preadolescentes» y el 65% solicita que se establezca una ley nacional que regule el uso de pantalla en menores de 16 años.
