El Cuarteto Palatino de Stradivarius saldrá del Palacio Real por primera vez en este siglo XXI; concretamente, la última vez que lo hizo fue en 1997 para un concierto en el Auditorio Nacional. La ocasión bien merece esta inhabitual salida. Será corta, sin embargo: irá hasta el vecino Teatro Real -donde nunca se han escuchado- el próximo lunes 20 de enero para ponerse en manos del Cuarteto Casals -viejos conocidos de los instrumentos-, protagonistas de un concierto benéfico especial titulado ' Stradivarius por la Dana ' y que tratará de recaudar fondos para «la recuperación del tejido cultural y musical de los territorios afectados por la Dana». En los atriles, la monumental 'El arte de la fuga', de Johann Sebastian Bach . Gregorio Marañón , presidente del Teatro Real, y Ana de la Cueva , presidenta de Patrimonio Nacional -flanqueados por Ignacio García Belenguer y Joan Matabosch , directores general y artístico, respectivamente, del coliseo madrileño-, presentaron la cita. «El concierto va más allá de la solidaridad -dijo Marañón-, es la expresión de un sentimiento que nos une a todos con el mejor vehículo que existe: la música». Las entradas, cuyos precios oscilan entre los 20 y los 98 euros, se encuentran ya a la venta en la página web del Teatro Real ; existe igualmente una fila 0 para quienes no puedan acudir al concierto pero quieran colaborar con la causa benéfica. La Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana será la entidad a quien se entregará la recaudación y la encargada de canalizar este dinero. Desde Barcelona y a través de videoconferencia intervino Vera Martínez , una de las integrantes del Cuarteto (junto a Arnau Tomàs , Cristina Cordero y Abel Tomàs ), que definió ' El arte de la fuga ' como una «catedral arquitectónica inmensamente bella y una pieza muy espiritual». Es, completó Joan Matabosch, una de las últimas obras de Bach (fue compuesta alrededor de 1642), que dejó inconclusa cuando falleció, en 1650; se encontraba entonces preparando la edición de la partitura. «Hay muchos interrogantes abiertos -señaló Joan Matabosch-, empezando por el título, que no se sabe si es el que Bach quería que fuera el definitivo. La obra es un ejercicio emocionante de sobriedad y de despojamiento». Está formada por 14 fugas (la última quedó incompleta) y cuatro cánones, y toda la estructura se basa sobre una «minúscula cédula inicial de once notas», según señala el crítico Luis Gago en el programa del concierto. Entre las curiosidades de la partitura, el compositor creó un tema sobre su propio nombre: B-A-C-H (que, en la notación alemana, corresponde a las notas Si bemol, La, Do y Si). «Tocaremos para cerrar una coral -dijo Vera Martínez- que para nosotros es 'una subida al cielo'». La violinista, integrante de la formación de cámara desde su creación, en 1997, señaló sobre la oportunidad de tocar el Cuarteto Palatino , que «es un cuarteto de instrumentos «construidos para ser tocados juntos, algo no habitual; no hay muchos luthieres que lo hayan hecho, y Stradivarius fue uno de los primeros. Tocarlos juntos crea una resonancia verdaderamente única y la combinación con la obra de Bach, que se basa precisamente en resonancias y armonías, es absolutamente perfecta». El Cuarteto Palatino lo creó Antonio Stradivarius alrededor de 1700; está compuesto en la actualidad por dos violines (uno grande y uno chico), una viola y un violonchelo. Carlos III lo adquirió (estaba pensado como regalo a Felipe V ) para su hijo, el futuro Carlos IV . Según contó Ana de la Cueva, el cuarteto se toca aproximadamente cuatro veces al año, para «mantener el equilibrio entre la conservación de los instrumentos y mantenerlos vivos». El traslado del cuarteto al Teatro Real sigue siendo un secreto, y se desconoce aún cuándo y cómo se producirá.
