El que se mueva no sale en la foto. La mítica frase se atribuye en España a Alfonso Guerra, cuando controlaba el aparato del PSOE, y era una advertencia clara sobre la sumisión interna que debían tener todos a los mandos de su organización. En realidad, el aforismo no pertenece al todopoderoso vicepresidente de Felipe González, sino al político mexicano Fidel Velázquez, como aclaró él mismo, pero sirve igual para describir lo que sigue pasando en el PSOE varias décadas después. Y por centrar más el foco, en el PSOE de Madrid . El que se desvíe de la línea política marcada por Pedro Sánchez y el aparato de Ferraz sabe que quedará apartado del proyecto. Le pasó a Juan...
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