¿Qué viene en la relación entre Colombia y Venezuela con Nicolás Maduro atornillado nuevamente en el poder?

La ilegítima juramentación de Nicolás Maduro en Venezuela, contó, como estaba previsto, con el acompañamiento del gobierno de Colombia en la ceremonia. A pesar de las críticas de varios sectores del país que insistieron en que la asistencia significa la validación de una dictadura, el embajador Milton Rengifo estuvo en el salón elíptico de la Asamblea Nacional venezolana, donde estrechó la mano con Maduro.

La participación del diplomático estuvo precedida por varias declaraciones del presidente Gustavo Petro en la red social X, donde defendió las razones por las que su gobierno no tomó ni tomará acciones contundentes ante el atrincheramiento en el poder del régimen venezolano.

«No me exijan que ayude a bloquear a un pueblo hermano con el hambre, que será nuestra propia hambre (…) Esta terca idea de condenar al hambre a 14 millones de colombianos que viven en la frontera y desatar un inmenso éxodo de migrantes hacia América del sur y norte. No señores, las acciones contundentes no las debe tomar un gobierno contra otro, la política interna de un país la determina su propio pueblo», sostuvo el jefe de Estado en relación a las presiones para romper relaciones con el chavismo.

Si bien el día anterior a la posesión el canciller Luis Gilberto Murillo difundió un video rechazando las violaciones a los derechos humanos y aclarando que no se reconocen los resultados de las elecciones del pasado 28 de julio, la asistencia de Rengifo intensificó los cuestionamientos de la oposición y la independencia.

«Se posesionó el dictador Maduro después de robarse abiertamente las elecciones, que vergüenza y que dolor ver al embajador Rengifo representando al gobierno de Colombia, abiertamente decidieron estar del lado de la tiranía y la violencia», señaló la representante de Cambio Radical, Carolina Arbeláez.

«La máscara se ha caído, hoy el gobierno de Gustavo Petro le lavó la cara a la dictadura y legitimó el golpe de Estado en Venezuela, mientras que aquí se victimiza e inventa golpes blandos. Incoherente y cómplice, así quedó hoy», comentó la representante de la Alianza Verde, Katherine Miranda.

¿Qué viene en la relación entre Colombia y Venezuela?

Con Maduro sentado en el Palacio de Miraflores al menos hasta 2031, el gobierno Petro le apuesta a evitar «los impactos a largo plazo«, según dijo el canciller, que derivarían de un rompimiento de relaciones, manteniendo abiertos los canales de comunicación con un régimen que controla el aparato estatal del país vecino.

«Se puede entender como un reconocimiento tácito de la situación política de Venezuela y no como un reconocimiento oficial del gobierno colombiano. Colombia reconoce en estos términos que la situación de Venezuela en estos momentos está bajo el control de Maduro así sea de facto», explica el internacionalista Manuel Camilo González.

Para Paula Ruíz, docente de la Universidad Externado de Colombia, el presidente Petro insiste en lo que significó el cerco diplomático y el impacto que ello sigue teniendo en las regiones de frontera, lo que muestra que «una opción para él no es romper relaciones con el gobierno de Maduro, por eso trata de desviar la atención, para no tomar una decisión o acción clara».

Ahora bien, los esfuerzos por mantener una relación que se entiende en la Casa de Nariño y el Palacio de San Carlos como clave para la seguridad en la frontera y la paz total, serán cada vez más difíciles no solo por las presiones a nivel local sino por el propio autoaislamiento del régimen, que según altas fuentes del Ejecutivo estaría igualmente molesto por la ausencia del presidente Petro en la posesión de Maduro.

«Colombia queda con el desafío de encontrar mecanismos de comunicación con un gobierno dictatorial con el que comparte frontera. Además, debe practicar la contención tuitera del presidente, para no seguir errando en sus opiniones por llevarle la contraria a sus enemigos locales», comenta Rafael Uzcátegui, sociólogo y director de Laboratorio de Paz.

El Gobierno también ha dicho que con su participación en la juramentación chavista espera seguir siendo una opción para facilitar una transición política en Venezuela. Sin embargo, Uzcátegui señala que la estrategia de «ambigüedad constructiva» y su incidencia diplomática ante el país vecino queda muy disminuida tras la renovación del poder por parte de Maduro, quien no escuchó en ningún momento las propuestas del Gobierno colombiano para brindar garantías en las pasadas elecciones.

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