Добавить новость
ru24.net
World News in Spanish
Январь
2025
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31

La presencia del demonio fue fundamental para la Conquista: Antonio Rubial García

0
El historiador Antonio Rubial García, Premio Nacional de Artes y Literatura 2022 en Historia, Ciencias Sociales y Filosofía, sostiene que la idea del demonio fue fundamental durante la Conquista de México.En conversación con Laberinto, el especialista en la Nueva España señala que, como en Europa, tras la conquista de América nadie podía no ser cristiano; si no se era cristiano, no había salvación del alma.“La presencia del demonio es fundamental en el proceso de Conquista. No olvidemos que el demonio es el enemigo (para europeos cristianos)”, expone el catedrático Rubial García (Ciudad de México, 1949).Recuerda que el cristianismo que se impuso en lo que hoy es México venía de una sociedad tradicional, que había pasado una cruzada o guerra santa contra “los enemigos de dios; es decir, personalidades satánicas”, como fueron en su imaginario los musulmanes, los judíos o brujas y adoradores de Satanás.“Y cuando se enfrentan a las sociedades americanas, que ahora son los idólatras, que son engañados por el demonio y tienen que ser convertidos, esa cruzada puede darse de manera pacífica, por medio de la conversión, digamos, voluntaria, o de manera violenta después de una conquista. Pero las formas pacíficas no funcionaron mucho, nadie se convierte nada más por la buena”, dice el doctor en Historia.Agrega que todos debían ser cristianos para los conquistadores, procedentes de una sociedad violenta que venía de una cruzada y mesiánica, porque cree que la única forma de salvación era el cristianismo, y a partir de esto se genera una sociedad con la doble imposición político-administrativa y la religiosa.“Nadie no puede ser cristiano. Son sociedades en las cuales no es posible no ser cristiano, porque se va a la hoguera. El cristianismo se impone así en sociedades muy distintas a las europeas, aunque en cierta forma sí son similares, porque también son campesinas, tienen un sustento en la agricultura, son sociedades en las que el sacrificio humano es central y los calendarios se rigen por fiestas que están relacionadas con el sacrificio y los cultos agrícolas”, añade el investigador y académico universitario.Al profesor emérito de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM se le juntaron las publicaciones de recientes investigaciones y a finales de 2024 dio a la luz a: El sexo de los ángeles y de los santos. Género, religión y violencia en la construcción de la cultura occidental (Siglo XXI Editores, 2024) y Fortalezas de fe, pozos de esperanza. Una historia urbana de la Nueva España a partir de sus santuarios (Fondo de Cultura Económica, 2024), además de, en coautoría con Jéssica Ramírez Méndez, Ciudad anfibia. México Tenochtitlan en el siglo XVI (Instituto de Investigaciones Históricas, 2023).El sexo de los ángeles y de los santos parte de la imagen de una “lucha campal” entre la Santa Muerte y san Judas Tadeo. ¿Cómo se forja la identidad mexicana a partir de sus creencias?En América la conversión se logró gracias a una conquista armada. Y parte de la conquista no solamente fue el sometimiento de las sociedades amerindias al régimen español con todo lo que trajo consigo (explotación de recursos humanos y materiales), sino, además, como parte fundamental del proceso, con una obligación moral; es decir, la justificación de la conquista y de la explotación se da únicamente a partir de que estos seres humanos que se han descubierto pasen a formar parte de la grey cristiana, que se salven a partir de la predicación cristiana, porque quien no es cristiano no se salva.¿Por qué a los españoles les asustaban tanto los sacrificios humanos rituales en Mesoamérica si ellos impusieron una iconografía muy violenta con sus santos? Cuando leía en su libro sobre los martirologios cristianos recordaba, por ejemplo, la Capilla de los Mártires en Tlacolula, Oaxaca.(Esa iconografía) creo que tuvo éxito por lo mismo. Son sociedades muy relacionadas con la sangre y con su derramamiento. Obviamente, el cristianismo no tiene sacrificios humanos; hay un sacrificado, que es Cristo, pero ya no hay más sacrificios humanos. Lo que les asusta es eso: que se sacrifique a una persona en honor a una divinidad, eso solo puede ser obra del demonio. Eso es lo que les asusta. Es decir, la presencia del demonio es fundamental en el proceso de conquista. No olvidemos que el demonio es el enemigo. En El sexo de los ángeles y de los santos y en Fortalezas de fe, pozos de esperanza, uno de los temas centrales es la narrativa, fundamental en el proceso comunicativo de todas las religiones. Y estas narrativas están muy relacionadas con esto. A partir de las narrativas se están imponiendo una serie de valores y de patrones de comportamiento, de creencias y de prácticas. ¿Cómo operan esas narrativas?Las narrativas son las que imponen los grandes temas del cristianismo. Y es precisamente a través de las vidas de los santos, que los frailes pueden inculcar estos valores en las comunidades cristianas indígenas. Claro, frente a un cristianismo cuyos dogmas son muy complicados, con una moral social y sexual muy rígida, lo único que les queda a las comunidades indígenas y a los frailes que están convirtiéndolas es irse por el tema ritual. Los rituales son la única forma en que pueden convertirse (los indígenas) y están muy relacionados precisamente, íntimamente, con esto: temas de sangre. Es decir, violencia simbólica, porque no hay violencia física. Lo que ven los indios son sacrificios humanos.¿Sincretismo ritual?Por supuesto, hubo coincidencia de los ritos agrícolas. La Pascua cae en el Tóxcatl, la gran fiesta a Tezcatlipoca; y la Navidad, en el Panquetzaliztli, la gran fiesta a Huitzilopochtli. Estos dos ciclos, que tienen que ver con la primavera y el invierno, cazan perfectamente con las sociedades mesoamericanas, que tienen fiestas para estas fechas agrícolas. Y estos temas y los de la Sagrada Familia y todos los relacionados con esta moral que se está imponiendo en el mundo indígena van vinculados con las vidas de los santos y con una moral que también se está imponiendo a partir de los puentes que se van creando tanto por los frailes como por sus colaboradores. Y se crea un cristianismo muy peculiar, pero no más que el europeo de los campesinos, que tampoco eran cristianos a rajatabla, porque seguían creyendo en las fuerzas cósmicas, seguían venerando al árbol, a la fuente o a la roca sagrada. Esos sincretismos que vemos en México entre dioses y santos se dieron en Europa hace dos mil años.Menciona que en Europa, de pronto, Hércules formaba parte de la personalidad de algún santo. En México está el personaje de Santiago Matamoros respecto a los indígenas. ¿Y cuál fue el papel de los ángeles en la Conquista y cómo se inserta el género masculino aquí en ellos?Nada más hay que ver que lo primero que hacen los franciscanos llegando a la ciudad de México es que se dan cuenta de que hay un cerro venerado porque es el cerro del agua, que es Chapultepec, donde brota la fuente que avanza el agua potable a la ciudad. Claro, ahí hay divinidades acuáticas, que están vigentes porque son las que alimentan con el agua, que es la fuerza de la vida, a la ciudad. En el cerro ponen a San Miguel, es decir, ponen una ermita al arcángel San Miguel, que es quien vence al demonio. Es decir, ahí, simbólicamente, se está poniendo la tónica de lo que va a ser la conquista, digamos espiritual. Es una imagen guerrera, de un señor alado y con una lanza que alancea al demonio. Y el demonio es la idolatría, son los antiguos dioses, que están siendo vencidos por el dios nuevo, el dios de los conquistadores. Y a partir de Chapultepec se llama San Miguel, San Miguel Chapultepec.¿Define eso la toponimia? Sí. Todavía la colonia que está allá abajo se sigue llamando San Miguel Chapultepec, porque la ermita de arriba se bajó y se convirtió en un barrio dedicado a San Miguel. Y después, ya para el siglo XVII, se puso otra parroquia de San Miguel en la misma línea, pero ahora por el clero secular. El obispo (Francisco) de Aguiar y Seijas fundó la parroquia de San Miguel porque toda esa zona estaba controlada por este arcángel. Y, claro, aquí tenemos un discurso, un discurso primero de poder, de triunfo, sobre las divinidades antiguas, pero también de protección, porque finalmente San Miguel es el protector contra las fuerzas malignas, que pueden ser no solamente el demonio, sino también las enfermedades, las epidemias. El lenguaje simbólico es un lenguaje muy ambiguo y se puede usar de muchas maneras. Entonces, obviamente, San Miguel se convierte en uno de los protectores de la ciudad. Puebla se fundó básicamente bajo la protección de los ángeles y del jefe de los ángeles, San Miguel. Y muchas ciudades que surgieron en esta época surgen bajo la protección de estos seres celestiales que son finalmente inasibles, pues no son seres humanos, están más allá del humano.Y respecto al género, ¿cómo es que estos ángeles siempre son varones? ¿Al ser sociedades guerreras las mesoamericanas, sentían más respeto por el guerrero que por alguien como Cristo?Sí, tiene que ver con la guerra, por supuesto, con una asociación de lo masculino con la guerra. Curiosamente, los personajes alados en el mundo antiguo están vinculados con el cielo, con lo celeste, pero también en el caso de la diosa Nike, por ejemplo, con la victoria. Es muy curioso, la imagen de San Miguel es una Nike masculinizada, es una diosa de la victoria, pero trasvestida, digamos, con carácter masculino. Y sí está muy relacionado con eso, con sociedades guerreras, donde era necesario vincular el tema de la fe con el tema de la guerra, en particular a partir de la asimilación del cristianismo al poder, con Constantino y, sobre todo, con Teodosio. Ya los bizantinos habían considerado a San Miguel el protector de Bizancio y del imperio, y se convierte en el patrono de la guerra santa, de conquista frente al Islam, que es la religión que está enfrente. Y, en España, por ejemplo, sí, Santiago, es decir, un apóstol, se vuelve también un santo guerrero.Sobre la importancia del demonio en la conquista espiritual de América, ¿había en la región un ser similar antes de la llegada de los españoles o cómo se introdujo el concepto?Sí. Incluso hay todo un tema en las traducciones. Cuando los indígenas educados en los conventos tuvieron que hacer estas asimilaciones, llamaron al demonio Tlacatecolotl, que es un dios búho, tecolote, que tiene que ver con la noche y con ciertos maleficios. Pero, es un dios menor. A los frailes no les parecía que fuera exactamente la idea del demonio que ellos querían transmitir. Claro, para ellos todos los dioses eran demoníacos. Todos. Pero eso desde la antigüedad. Ya en la antigüedad los grandes filósofos cristianos consideraban a los dioses como transmutaciones del demonio. El demonio, para engañar a los humanos, se había travestido, digamos, en estos seres, dioses y diosas, que representaban vicios generalmente. Aunque claro, también algunos de ellos representan virtudes: Diana es casta, por ejemplo; como Quetzalcóatl. Hay esa ambigüedad. El cristiano se mueve en la retórica, y la retórica se mueve en ambigüedades, en similitudes. Una misma cosa puede ser buena o mala. Es decir, el demonio puede ser algo negativo, y los dioses pueden ser demonios, pero también hay algunos dioses que pueden ser rescatados como figuras, digamos, positivas, morales. Y Quetzalcóatl es un caso claro.Fortalezas de fe, pozos de esperanza se enfoca en los santuarios, su fundamento económico, entre otras cosas. ¿Cómo se establecen en una región de muchas culturas recién conquistada? ¿Cómo se llega a esa conexión entre los santos y los santuarios en lo que hoy es México?Curiosamente, los santuarios son más tardíos que los santos. Al principio, los frailes sí tuvieron cierto resquemor de ofrecer santos, porque podían servir como idolatría, ser utilizados como parte de la idolatría. A la larga, se dieron cuenta de que eran fundamentales para la transmisión de valores y para la suplantación. Pero, en un principio fue difícil aceptar por algunos frailes que los santos pudieran sustituir a los dioses. Y lo mismo pasó con los santuarios. Los santuarios son básicamente espacios donde se venera a la Virgen y a Cristo. A diferencia de los santos que son mucho más plurales y diversos, los santuarios son muy específicos. Hay muy pocos santuarios referidos a un santo. Y los santuarios surgieron más tardíamente, más bien como una necesidad para sociedades muy plurales, muy complejas. Es muy curioso que en México la mayor parte de los santuarios se concentran en el centro y hacia el norte, hacia la parte del Bajío, la zona de Guadalajara. En cambio, en el sureste son más escasos, ahí lo que abundan son los santos. Es decir, las sociedades más indigenizadas del país, Oaxaca, Chiapas, Yucatán, Guatemala, tienen mucho más santos que santuarios. En cambio, las sociedades más mestizas, del centro y del norte, obviamente también tienen santos, pero ahí es donde surgen los santuarios como elementos de cohesión de sociedades muy plurales, que se han creado a partir de la emigración de gente de muy diversos orígenes, sobre todo de las ciudades.¿Los santuarios definieron las ciudades en México?Por eso, un poco mi idea del libro es hacer de esos santuarios la culminación de un proceso de urbanización. A lo largo del tiempo, de dos siglos, entre el XVII y el XVIII, la sociedad novohispana se está urbanizando muy, muy aceleradamente. Y las ciudades son centros de mestizaje. Pero, como es gente que viene de todos lados, no tiene identidad. Hay indígenas del sur, del centro, sobre todo en la zona de Michoacán y en el Bajío; vienen indígenas del centro, otomíes, michoacanos, tlaxcaltecas, mixtecos, gente de todo el centro hacia el norte. Junto con ellos hay mulatos, negros, esclavos, españoles, criollos, mestizos. Toda esta sociedad tan compleja que se está creando en esa zona, obviamente está generando la necesidad de una identidad. Y los santuarios le dan esa identidad, si todos le van a rezar a la misma virgen. Esa virgen se va a convertir en la protectora de la ciudad. A veces la virgen es tan poderosa, o el santuario es tan potente, que puede abarcar una región, como la Virgen de la Piedad, en Michoacán, o la de San Juan de los Lagos, que son santuarios muy potentes. Y esa potencia se las da la posibilidad de comunicación y estar en rutas comerciales muy, muy intensas. Porque también eso tiene que ver con la formación de santuarios: el comercio, el transporte de gente, de mercancías, el traslado de situaciones de sociedades muy, muy complejas. En cambio, los santos surgen en sociedades muy tradicionales y sobre todo con una muy clara preeminencia indígena.Esa función de urbanización ¿no la cumplían ya las catedrales, las iglesias, los templos?Sí, pero no completamente. Porque finalmente una catedral está generado una élite, una élite clerical, que son los obispos, el cabildo de la catedral. Las ciudades tienen su ayuntamiento, el otro gran poder, el poder civil. Las órdenes religiosas muchas veces han llegado incluso antes que las catedrales. Esas sociedades son un mundo muy corporativizado, con una gran cantidad de corporaciones. Claro, esas corporaciones, cada una tiene sus propios intereses, sus propios santos. Están buscando limosnas, están buscando clientela. ¿Qué puede coyunturar a estas sociedades tan diversas desde el punto de vista institucional, corporativo? Algo común. Un santuario común. Que a veces es un santuario que promueve el clero secular, o es un santuario que promueven los religiosos, pero que se convierte en algo común, algo que todo el mundo va a venerar como parte de la identidad de la comunidad.Volviendo al tema de la “Santa Muerte” y San Judas Tadeo con el que parte El sexo de los ángeles y de los santos. Hace como 20 años llevé a Alejandro Jodorowsky a Tepito a conocer los altares. Ahí comentó que la “Santa Muerte” le parecía una “Virgen de Guadalupe descarnada”.No, yo no lo creo. No tiene el mismo significado. Porque de alguna forma la Virgen es una madre protectora. Claro, la muerte también es una madre protectora (para sus seguidores), a quienes no les importa morir. En cambio, la Virgen de Guadalupe es más vital, más identitaria incluso y más bondadosa. El tema de la Santa Muerte tiene una carga muy negativa, que termina siendo aterradora. Es muy complejo. Claudio Lomnitz lo ha estudiado en un libro fascinante (Para una teología política del crimen organizado + Interpretación del “tejido social rasgado”, El Colegio Nacional-Ediciones ERA, 2023), porque da la idea de esta necesidad de crear un santo o santa que justifique todos sus crímenes y que no puede ser cristiana, por supuesto. La Santa Muerte es una figura más bien creada a partir de la delincuencia, no tanto como la consecuencia de un proceso de culto popular o de una visión eclesiástica; es decir, es un fenómeno que tiene que ver con la santidad, pero nada con el cristianismo.AQ



Moscow.media
Частные объявления сегодня





Rss.plus




Спорт в России и мире

Новости спорта


Новости тенниса
Australian Open

Джокович рассказал об отравлении в Австралии в 2022 году






Директор "Роснано" Фролов: ущерб компании от хищений превысил 200 млрд рублей

Не пейте эти помои: эти марки кофе не смейте брать даже по акции

Пожар в Первомайском: 2,1 тысячи м² металла победили огнеборцы МЧС России

«Красноярская шатость». История бунта на берегах Енисея