Abascal encarga a Garriga que refuerce Vox para un nuevo ciclo político
El secretario general reúne a los cargos del partido de extrema derecha para coordinar acciones conjuntas en toda España con el fin de abanderar "una movilización total" que demuestre que es la "alternativa real" al "sanchismo"
Dirigentes de la cúpula de Vox ocultan sobresueldos en sus declaraciones de bienes
Vox ha reanudado el curso político después del paréntesis navideño viendo con satisfacción cómo la última encuesta del CIS vuelve a favorecerle después haber superado una dura travesía en el desierto. Y en la madrileña calle Bambú, sede del partido de extrema derecha, quieren aprovechar esta circunstancia para coger impulso de cara al largo ciclo político que se avecina, convencidos de que el PP les va a necesitar para poder gobernar tras las próximas elecciones generales para las que faltan aún al menos dos años y medio, siempre que Pedro Sánchez no se vea obligado a adelantarlas.
Ante esa posibilidad, que no descartan, en Vox apuestan por estar más fuertes que nunca para poder exigir al partido conservador un buen reparto de sillones en un hipotético Gobierno liderado por Alberto Núñez Feijóo. El auge de la extrema derecha en gran parte de Europa y el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos les ha insuflado ánimos. Según proclaman “es cuestión de tiempo que el sentido común se abra paso” y saquen “al autócrata de los gobiernos”, en alusión a Pedro Sánchez.
Abascal no quiere perder el tiempo. Además de la gira por varias provincias españolas que él mismo decidió emprender a finales de septiembre para alentar a la militancia, el máximo dirigente de Vox ha encargado a su secretario general, el catalán Ignacio Garriga, que estimule al partido para estar preparado para cualquier eventualidad, una vez que ha dejado atrás la crisis abierta tras la ruptura de los gobiernos del PP y ha dado por finalizada la renovación interna en todos los territorios.
Nada más concluir las vacaciones navideñas, Garriga convocó en la sede de Vox una reunión con los vicesecretarios nacionales en la que participaron telemáticamente los presidentes provinciales, los portavoces parlamentarios y municipales y los concejales de los ayuntamientos en los que gobiernan. En el mensaje que acompañó a la foto que Garriga subió a Instagram y X, el secretario general del partido proclamó: “Preparados para reconstruir todo lo que han derribado el PSOE y sus socios separatistas. El 2025 es de los patriotas”.
El 'número dos' de Abascal exhortó a todos los cargos de Vox a que se centren en impulsar y explicar las políticas que defiende la formación en los ámbitos que representen, tanto en los parlamentos regionales como en los ayuntamientos, mediante iniciativas y mociones. Uno de los temas prioritarios para la extrema derecha es lo que llaman “invasión migratoria”, que en opinión de la ultraderecha propicia “inseguridad” y un “aumento brutal del vandalismo y la delincuencia”.
Garriga, además, pidió a sus cargos que no pierdan “el pulso de la calle”, donde creen que pueden dar la batalla contra el Gobierno de Sánchez convocando movilizaciones o uniéndose a las que promuevan las llamadas entidades cívicas y sociales de ideologías afines.
Al día siguiente, en una visita a Sevilla, el secretario general recalcó que Vox “siempre va a estar para conformar la alternativa de esperanza y para no contribuir y derogar a las políticas que llevan a la ruina y a la miseria a los españoles”, destacando que frente a todo eso hay “un mensaje esperanzador de Vox”, un partido basado “en principios sólidos” bajo un liderazgo “claro y al alza del presidente nacional, Santiago Abascal”.
Vox seguirá ejerciendo en este nuevo año “una oposición total y absoluta al Gobierno central para denunciar sus corruptelas con el claro objetivo de sacar a Sánchez de la Moncloa para que acabe la ruina de todos los españoles y sentarlo, de una vez por todas, en el banquillo, para que responda y pague por todo lo que ha ocasionado” al conjunto de los ciudadanos. El portavoz nacional de la formación, José Antonio Fúster, sentenció esta semana por enésima vez que “el objetivo” de la formación para 2025 es “sentar a Pedro Sánchez en el banquillo de los acusados”, motivo por el que redoblará la ofensiva judicial por los casos que afectan a su esposa y a su hermano, así como al 'exnúmero dos' del PSOE, José Luis Ábalos.
Dado que ya no gobiernan en ninguna de las autonomías en las que cerraron pactos con el PP, en Vox quieren reforzar el papel que juegan en los ayuntamientos presentando iniciativas encaminadas a, entre otros asuntos, “acabar con los empadronamientos ilegales”. En grandes capitales como Barcelona o Madrid una de sus obsesiones ha sido reducir al máximo las Zonas de Bajas Emisiones y paralizar las multas. En la capital han conseguido que el Tribunal Superior de Justicia les dé la razón dictando una sentencia que las anulaba y que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha recurrido.
La formación de Abascal, no obstante, sabe que su única manera de crecer es a base del desgaste del PP. Por eso no va a dejar de lado ese flanco denunciando que en Génova están “más pendientes de pactar cuando les conviene con el PSOE” que en hacer un “frente común” con Vox para “desmontar y acabar con Sánchez”.
“El PP tendrá que elegir si quiere estar al lado de Vox para construir esa alternativa y devolver la esperanza a los españoles o seguir abrazándose a la primera que puede al PSOE”, señaló Garriga desde Sevilla, donde su partido ha limado asperezas y ha cerrado con los populares un principio de acuerdo para apoyar los presupuestos municipales. El pacto pasa por subvencionar asociaciones antiabortistas, crear una Oficina de Atención a la Mujer Embarazada o eliminar más de 300.000 euros en ayudas a colectivos que apoyan a inmigrantes. Son políticas que recortan derechos sociales y ante las que el PP lleva meses cediendo para poder mantenerse en el poder en distintas instituciones en las que depende de la extrema derecha.