Los números que ponen al Sevilla al borde de la ruina
La situación del Sevilla FC ya hace tiempo que es alarmante. Pero las última junta de accionistas del club, celebrada ayer mismo hasta casi la medianoche, no deja lugar a dudas. Una entidad dividida, con partes claramente enfrentadas, tensión en todas las facciones y la aprobación de unas cuentas que confirman que se acercan tiempos difíciles en Nervión.
Se acercan o, más bien, ya están aquí. Los números no suelen mentir, y los que arroja en Sevilla son los de un club al borde de la ruina. Si bien el consejo afirmó ayer que la entidad hispalense no incurre en causa de disolución, la realidad es preocupante a corto y medio plazo: las cuentas de la temporada 2023/24 arrojaron unas pérdidas de casi 82 millones de euros.
El no clasificarse para competiciones europeas ya implica una bajada importante en los ingresos, que se ven mermados en casi 80 millones, y la caída de otros 40 en el volumen de negocio arrojan un panorama desolador. El Sevilla, que hace una década era un ejemplo de cómo hacer crecer a un club, tiene hoy un patrimonio neto negativo de 69 millones de euros.
Ampliando la perspectiva, la situación no es mucho mejor. Las pérdidas acumuladas de los últimos cuatro años ascienden hasta los 166 millones, y eso pese a la descapitalización de la plantilla. Pero las cosas no acaban ahí: en la última actualización de los límites salariales de LaLiga, el Sevilla presentaba el tope más bajo de los 20 clubes de Primera División: apenas 2,5 millones. Una cifra que se puede interpretar como un grito de la patronal al club para que siga reduciendo coste de plantilla. De hecho, el descenso respecto a la temporada pasada es de un 99 por ciento.
Actualmente, el club tiene un exceso de 107 millones, que tendrá que seguir bajando a base de vender a sus principales jugadores. Tampoco está en la regla 1:1 para acudir al mercado de fichajes, por lo que técnicamente se encuentra intervenido por LaLiga, que sólo le deja gastar el 60 por ciento del coste que reduzca y el 20 por ciento de los beneficios de un traspaso.
Todo esto en un ambiente de tensión entre José María Del Nido Carrasco, actual presidente, y su padre, José María Del Nido Benavente, ex presidente de la entidad y ahora máximo opositor de su propio hijo. Además, el grupo norteamericano 777Partners, hasta ahora alineado con Del Nido Benavente, rompió por primera vez esa disciplina de voto para abstenerse en un punto de la votación y, después, abandonar la junta. El horizonte del Sevilla FC es cualquier cosa menos ilusionante. Al menos, por el momento.