Laura transmite amor por los animales. Se ha criado entre ellos y eso se nota. Con tan solo 24 años rompe clichés. No solo por su juventud, sino también por ser mujer y dedicarse a la ganadería , un sector históricamente ocupado por hombres. Su familia tiene una explotación ganadera en la localidad ciudadrealeña de Calzada de Calatrava. Laura ayuda a su padre en el ordeño de las ovejas, en la agrupación (Ahijo) de las crías e incluso en el esquileo, llegando a ser de las pocas mujeres en España que se ocupaban de esta labor que ya no desempeña. Sabe que el trabajo en el campo «es muy duro», sobre todo, los inviernos. «Hubo un tiempo en que no...
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