La dieta mediterránea es famosa por promover una alimentación equilibrada y saludable basada en ingredientes frescos y naturales . Dentro de esta dieta, el pan ocupa un lugar destacado como una fuente tradicional de energía y nutrientes esenciales . Elaborado a base de cereales como el trigo, el centeno o el maíz, el pan es rico en carbohidratos complejos que proporcionan la energía necesaria para afrontar el día, además de aportar fibra , vitaminas del grupo B y minerales como el hierro y el magnesio. En España, el pan es un alimento que acompaña casi todas nuestras comidas , desde unas sencillas tostadas en el desayuno hasta las tapas y platos más elaborados. Aunque durante años ha sido objeto de críticas por su relación con el aumento de peso o su supuesto impacto en la salud, cada vez más expertos recuerdan que, cuando se consume con moderación y dentro de una dieta equilibrada, el pan no solo no es perjudicial, sino que puede ser beneficioso para nuestra salud. Especialmente si se opta por variedades integrales , que favorecen la digestión , ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre y contribuyen a la sensación de saciedad. Sin embargo, hay un aspecto del pan que muchas personas no consideran: su almacenamiento y consumo . En ese sentido, congelar el pan es una práctica común en muchos hogares, ya sea para evitar que se eche a perder o para disponer de él en cualquier momento. Pero, ¿sabías que este simple gesto puede modificar sus propiedades? Para explicar este proceso, la doctora Karen Alarcón Fuentes, gastroenteróloga y endocopista, ha compartido a través de un vídeo en su cuenta de Instagram, los efectos que tiene congelar el pan y ha explicado el impacto que este procedimiento tiene en las propiedades del alimento. «¿Por qué congelar el pan?», plantea la experta en salud al inicio de su intervención. «Hola, soy la doctora Karen Alarcón, gastroenteróloga, endocopista. Hoy te quiero contar que si tú congelas el pan y luego sacas una rebanada para calentarla, ya sea en la sartén o en el tostador, gran parte del carbohidrato del pan va a convertirse en fibra prebiótica », añade. Según Alarcón, este cambio en la composición del pan tiene importantes beneficios para la salud intestinal : «Que no solo beneficia tu microbiota, sino que también va a regular tu glucosa en sangre». Además, destacó cómo el efecto del calor ayuda a mejorar la digestión del pan. «Recuerda además, que el almidón por efecto del calor se digiere mejor, así que seguramente tendrás menos molestias de distensión abdominal y gases», afirmó la doctora, añadiendo que este sencillo hábito podría marcar la diferencia entre los que sufren de sensibilidad digestiva .