No debe ser fácil escapar de los fantasmas que merodean a
Romano Benito Floriani Mussolini (27/1/2003,
Roma) y que van y vuelven en estos tiempos donde se blanquean las posiciones escoradas en la extrema derecha. El apellido pesa y el pobre chico debe lidiar con ello. Tampoco ha ayudado que su madre,
Alessandra Mussolini, haya sido parlamentaria europea por
Forza Italia y que
Romano llevase escrito en la espalda en sus inicios
Floriani M. y ahora ya no esconda un apellido de infausta memoria:
F. Mussolini. Hasta él mismo ha pedido que se le nombre por
Romano Mussolini.
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