Добавить новость
ru24.net
World News in Spanish
Январь
2025
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31

Una guerra que no existe ha provocado 2.4 millones de desplazados internos

0

“Todo está bien por aquí”. La respuesta de David, que trabaja desde hace diecisiete años como guía turístico en la ciudad de Goma y sus alrededores, raramente varía al otro lado del teléfono. Uno tiende a pensar que el M23 (grupo rebelde financiado por Ruanda y que actúa desde 2022 en la provincia congoleña de Kivu Norte, cuya capital sería Goma) podría bombardear una mañana el patio de la casa de David y que éste contestaría con la misma calma de siempre, modulando la voz como es característico en él, de manera que muestre en pleno apocalipsis la paz y la resignación que pesa sobre los santos.

David contesta a los WhatsApp explicando que todo está en orden, sin novedad, para enviar a continuación un vídeo donde un grupo de paisanos suyos queman para después devorar a un ladronzuelo local que cogieron con las manos en la masa. Pregunta con jovialidad cuándo volveremos a vernos (pronto, David, te lo prometo) y después comparte otro vídeo: decenas de personas corren a zancadas largas, como huyendo de algo que no aparece en el encuadre pero que David explica que se tratan de militantes del M23, ese nombre que suena a maldición. Otras veces manda una foto de su último hijo nacido, Gabriel, que hizo un año el pasado mes de diciembre. David es una persona real, aunque escenifica en cierta medida esa metáfora que se interpreta como la rutina de una guerra. En la mañana de este lunes ocurrió un bombardeo en la localidad de Kibati, a siete kilómetros de su casa, pero David hace como si los estallidos hubiesen sonado en otro mundo, en otra dimensión.

“Ahora hay combates en Kibumba, pero están lejos, casi a veinte kilómetros”. Su familia está bien, gracias por preguntar. Las navidades fueron buenas, gracias por preguntar. Y no, sigue sin encontrar trabajo estable. Nadie quiere ir a ver los gorilas con David, pero esto no se debería a que David caiga mal a nadie, sino porque el congoleño escogió ser guía turístico en un recoveco del mundo donde es más probable que el turista se encuentre con una bala antes que con un gorila, y eso que los primates son difíciles de encontrar.

David es humano, y las letras que le definen arrastran un pedazo de la humanidad. La humanidad hace como si la guerra que llama a la puerta de su casa no ocurriera, entonces tiene sentido que David haga algo parecido: jugar a que la guerra no es real. Que todavía puede ser guía turístico en un lugar donde todas las embajadas recomiendan encarecidamente evitar los desplazamientos bajo cualquier circunstancia. En diciembre, cuenta, unos turistas alemanes le contrataron (los primeros que le contratan desde hace ocho meses) y la pequeña excursión de dos días que hizo con ellos sirve para que pueda prorrogar la ficción durante ocho meses más. Hacer como que la guerra no es de verdad parece una alternativa razonable para este congoleño de sonrisa fácil y ojos expresivos.

El 27 de diciembre de 2024, más o menos por las mismas fechas en que David se aferraba al escollo de los turistas alemanes, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas publicó un extenso informe acerca de la situación de seguridad del este de República Democrática del Congo. Dicho informe reiteraba la participación directa de Ruanda en las operaciones del M23, una información ya por todos conocida, mientras que los ataques registrados una y otra vez desde hace dos años en Kivu Norte no consiguen aún que ningún presidente europeo, chino, ruso o estadounidense mire de frente a una cámara de televisión para decir que Ruanda está en guerra con República Democrática del Congo porque Ruanda está atacando a República Democrática del Congo.

El informe menciona que 150 toneladas de coltán han sido trasladadas de forma ilegal a Ruanda en el segundo semestre de 2024. Que el M23 recibe apoyo de los servicios de inteligencia ruandeses y de sus fuerzas armadas. Que el M23 controla el sector minero de Rubaya para luego introducir las materias primas extraídas en el flujo comercial ruandés. Que la extracción de coltán en Rubaya beneficia tanto al M23 como a la economía ruandesa. Que antiguos combatientes del grupo rebelde confirman en repetidas ocasiones la presencia de instructores del ejército de Ruanda y de Uganda.

Curiosamente, desde Kigali niegan su implicación en todo lo referente al M23, pero también se niegan a “retirar sus fuerzas” de RDC hasta que los congoleños no cumplan con lo que piden por su parte. Su parte, el exterminio absoluto de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo armado de composición étnica hutu, formado en el año 2000 y que hoy no llega al medio millar de integrantes. Sus actos se han reducido históricamente al territorio congoleño… mientras los ruandeses excusan sus agresiones en la amenaza que suponen las FDLR para ellos… pese a que las FDLR actúen en territorio congoleño. No deja de ser paradójico que unos ruandeses que asesinan a congoleños sean, según Kinsasa, una amenaza para los ruandeses y no para los congoleños. No deja de ser paradójico e incluso ridículo que Ruanda se niegue a retirar a unas fuerzas que niega tener, pero quienes atendieron en las matemáticas del colegio saben que un doble negativo deriva en un positivo imperturbable; y Ruanda aparece hasta 146 veces mencionada en un informe que habla de la situación de seguridad del país vecino.

Thierry es el jefe del hospital de Kirotshe, a 30 kilómetros de Goma. Su visión del mundo difiere de la de David. Es más oscura, quizás porque Thierry no puede permitirse negar la realidad. Kirotshe se encuentra hoy en manos del M23 y Thierry tuvo que escapar antes de que le rebanaran el cuello, cuando los rebeldes tomaron la diminuta localidad. Era un importante jefe de hospital y ahora es un desplazado, un ciudadano de tercera categoría. Sus respuestas suelen limitarse a monosílabos desde que perdió su casa, pero aún acierta a decir que el 90% de la población de Kirotshe ha huido de sus hogares y que “quienes se quedaron, sobreviven con enormes dificultades”.

Pero Thierry no existe, o es como si no existiera. Si la guerra no es de verdad, es de suponer que tampoco lo son las 2.4 millones de personas que viven en Kivu Norte como desplazados internos. Muerto el perro, se acabó la rabia.

El terrorismo islámico recrudece sus acciones

El informe de 162 páginas publicado en diciembre por Naciones Unidas perpetúa esta extraña contorsión de realidades. Menciona también la lucha en curso entre el gobierno congoleño y el terrorismo islámico que actúa en Kivu Norte bajo el nombre de las Fuerzas Aliadas Democráticas (ADF por sus siglas en inglés). Se dice que los ataques han aumentado en los últimos tiempos y que el Estado Islámico ha reivindicado entre junio y octubre de 2024 un total de 111 ataques ejecutados por su filial congoleña. Que 650 civiles fueron asesinados por las ADF entre junio y principios de noviembre, donde sólo en el pasado mes de junio fueron 200 muertes las que hubo que lamentar. La confusión de realidades llega cuando Uganda coopera con el ejército congoleño a la hora de combatir a este enemigo fanático.

Basta recorrer unos pocos kilómetros en Kivu Norte, aplicando la fantástica metodología de David, para que Uganda pase de ser un enemigo íntimo por colaborar con el M23 a un aliado inquebrantable para los congoleños. Un comunicado publicado por el Estado Islámico en junio de 2024, en el medio digital an-Nabā’, incluso señala que fuerzas congoleñas y ruandesas también colaboran para combatir contra ellos, sea cierto o no (los terroristas no son la mejor fuente de información). Es evidente que queda algo de poso, sin embargo. El informe recalca que Uganda ha realizado operaciones en suelo congoleño sin solicitar permiso previo a las autoridades, igual que han llevado a cabo traslados de prisioneros sin consultarlo antes con sus aliados, entre otras formas de pisotear la soberanía de un país (República Democrática del Congo) ya dado de sí por las patadas.

David espera con entusiasmo a que el periodista español regrese a su tierra; Thierry responde con un tono lúgubre: “pienso que nos veremos si Dios nos sigue dando vida”. Sólo queda darle ánimos vacíos al doctor y fingir que su drama concluirá pronto.




Moscow.media
Частные объявления сегодня





Rss.plus




Спорт в России и мире

Новости спорта


Новости тенниса
Елена Рыбакина

Елена Рыбакина раскрыла подробности о проблемах со здоровьем в прошлом году






В Москве заявили об отсутствии политической подготовки к переговорам Путина с Трампом

Свыше 69 тыс новорожденных прошли неонатальный скрининг в Подмосковье за 2024 г

В Подмосковье задержали племянника Шакро Молодого

Причиной смерти москвички у косметолога мог стать поддельный препарат