Alerta de Seguridad Nacional por la actividad en España del Partido Comunista Chino
- Desinformación de Rusia, China, Irán y Venezuela
- El Partido Comunista de China
- Think tanks y eventos “prochinos” en España
- Tentáculos a través de medios y personalidades
- Captación de expertos por Linkedin
Las campañas de influencia, en ocasiones de desinformación, que el gobierno de China realiza en España están en el radar del Departamento de Seguridad Nacional, que ha dedicado un capítulo de un informe a describirlas.
El informe en cuestión es un documento de 174 páginas en el que se recogen las conclusiones del Foro contra las campañas de desinformación en el ámbito de la seguridad nacional.
El Departamento de Seguridad Nacional, órgano de asesoramiento al presidente del Gobierno en esta materia, organizó en 2024 una serie de grupos de discusión y conferencias con más de 80 expertos de diferentes ámbitos de la sociedad civil, la academia, el sector privado y la administración pública.
Desinformación de Rusia, China, Irán y Venezuela
Un capítulo del informe trata sobre “Monetización y economía de la desinformación: análisis del modelo de negocio en las operaciones de desinformación digital”. Analiza las tácticas, técnicas y procedimientos que utilizan cuatro potencias extranjeras para extender sus campañas de desinformación por el mundo: Rusia, China, Irán y Venezuela.
Cabe señalar que al menos Rusia y China son dos potencias a las que informes oficiales, también coordinados por el Departamento de Seguridad Nacional, ya acusan expresamente de llevar a cabo actividades de espionaje en España a una escala preocupante.
Esta parte del informe la coordinó Carlos Galán Cordero, un experto en ciberinteligencia, amenazas híbridas y desinformación, miembro del Departamento de Seguridad Nacional.
Participaron once expertos, como David Arroyo Guardeño, Nicolás de Pedro, Paula González Nagore, Jesús Manuel Pérez Triana, Nicolás Marchal González, Jania Mier, y colaboraron el Ministerio de Asuntos Exteriores y la Policía Nacional, concretamente la Comisaría General de Información, unidad dedicada a vigilar desde el terrorismo hasta ciertas amenazas exteriores sobre España.
El Partido Comunista de China
Ese capítulo del informe aborda las campañas de desinformación o de manipulación e injerencia extranjera en la información.
Las define como “aquellas actividades hostiles consistentes en patrones de comportamiento desarrollados en el dominio informativo, desplegadas por actores estatales o no estatales extranjeros o sus proxies, tanto domésticos como no (en adelante, actores de la amenaza), que se llevan a cabo de forma coordinada, intencional y manipulativa, cuya implantación y difusión supone una amenaza para los valores constitucionales, los procesos democráticos, las instituciones democráticamente constituidas y, por ende, para la seguridad nacional”.
El documento del Departamento de Seguridad Nacional explica que “el Partido Comunista de China (PCCh) es la organización que, desde hace décadas, gestiona el discurso político dentro de las fronteras del país, mediante un férreo control sobre los medios de comunicación —tanto convencionales como digitales—, esforzándose igualmente por gestionar la imagen exterior del país”.
En ese marco, “bajo la dirección de Xi Jinping”, presidente de la República Popular de China desde 2013, el Partido Comunista Chino “ha adoptado un enfoque más agresivo e integral en su objetivo de extender la influencia china”.
Think tanks y eventos “prochinos” en España
El análisis sobre las campañas que la dictadura comunista china dirige sobre España trata sobre el uso de las redes sociales, de webs informativas y de otras plataformas del ecosistema digital.
Pero la estrategia del gigante asiático va más allá de lo digital. El apartado sobre este país se cierra con una afirmación, de la que no se dan detalles, pero que es muy significativa:
-- “El PCCh en España está impulsando la creación o aumento de recursos de organizaciones y think tanks mediante la organización de eventos”.
El capítulo sobre China termina ahí, y el Departamento de Seguridad Nacional no se extiende en explicar detrás de qué think tanks que operan en España se esconde el Partido Comunista Chino, ni que eventos organizan este tipo de entidades para extender la influencia china en España.
Sin referirse específicamente a China, al principio del capítulo sobre “Monetización y economía de la desinformación: análisis del modelo de negocio en las operaciones de desinformación digital” se habla de los centros de pensamiento como vía de influencia extranjera.
“Tampoco se puede obviar que, entre las factibles estrategias, se encuentra también la creación de supuestos think tanks”, se explica, “enfocados a cubrir análisis geopolíticos utilizando figuras como los citados «expertos» o «estrellas invitadas», para simular una mayor garantía de veracidad en la narrativa transmitida, a la vez que ocultan la entidad, organización o agencia que los financia o dificultan su atribución por la excesiva complejidad de la estructura societaria y/o económica que las sufraga”.
Esa figura de los “expertos” o “estrellas invitadas”, conocido más habitualmente en ámbitos de inteligencia como “agentes de influencia”, ha sido estudiada en los últimos años, enfocada sobre todo en el caso de Rusia y de las personalidades públicas, incluidos altos mandos militares (normalmente en situación de reserva o retiro), que expresan opiniones favorables a Rusia, o que directamente secundan de forma consciente las estrategias propagandísticas del gobierno de Putin.
Los distintos servicios de inteligencia españoles tienen claramente identificados a think tanks, asociaciones, personalidades, entidades, incluso medios de comunicación, que actúan en España como agentes de influencia de distintas potencias: por supuesto, de Rusia, de China, pero también de Marruecos, Israel, incluso Reino Unido y Estados Unidos.
Con estrategias diversas, pero coincidentes en muchos casos, estas personas y entidades que actúan como ‘tentáculos’ de potencias extranjeras tratan de ganar influencia en dos direcciones: ante públicos amplios, toda la sociedad española, o ciertos sectores de cierta importancia, y con ciertas personas que ocupan puestos de relevancia en ámbitos clave de las administraciones, las empresas, los medios de comunicación…
Para ello no dudan en organizar conferencias, debates, congresos, eventos, a través de los cuales difunden los mensajes favorables a sus intereses que pretenden que calen en España.
Tentáculos a través de medios y personalidades
Sobre este tipo de estrategias, el informe del Departamento de Seguridad Nacional señala que “China dedica una gran cantidad de recursos para fortalecer su poder blando”, su capacidad de influencia, incluso de seducción, “en el que tanto los medios estatales como sus alianzas internacionales desempeñan un rol esencial para la difusión de una imagen positiva de su régimen”.
Para conseguir ese objetivo, “los tentáculos del aparato mediático chino no han dejado de extenderse por todo el mundo en la última década”. En su empeño de “maximizar el alcance de los contenidos sesgados o falsos a favor del Partido Comunista de China”, “ha adquirido participaciones en medios de comunicación extranjeros a través de medios públicos y no públicos y ha patrocinado a personas influyentes en línea”.
Explica también el documento que “las campañas de desinformación chinas se han centrado en amplificar narrativas favorables al gobierno y en desacreditar a los críticos, tanto a nivel nacional como internacional”.
De acuerdo con el análisis que realizaron el Departamento de Seguridad Nacional, Asuntos Exteriores, la Policía Nacional y los expertos invitados, “en los últimos años, Pekín ha dado un giro importante a su comunicación estratégica, no dudando en emplear un tono agresivo con el que orquestar campañas de desinformación contra los que considera sus enemigos”.
El giro se produjo “en el entorno de la pandemia del Covid-19 […], al recurrir a la desinformación de una forma generalizada, viéndose obligado el PCCh a cambiar de táctica debido al degaste por la gestión de la crisis sanitaria”.
En ese momento, “no recurrió a su estrategia tradicional de negar el acceso de la información, sino que adoptó un tonó más agresivo y, al estilo ruso, recurrió a «canales oficiales para propagar teorías conspirativas y luego divulgarlas por los medios de comunicación que dependen de la financiación estatal y a través de las redes sociales»”.
No cita el caso, pero ahí se enmarcarían las campañas chinas (también rusas) que trataron de desacreditar ante audiencias españolas la efectividad de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus. Esas campañas las denunció el Servicio Europeo de Acción Exterior, tal y como se contó en Confidencial Digital en mayo de 2021.
Captación de expertos por Linkedin
Otro punto destacado del análisis sobre China que el Departamento de Seguridad Nacional incluyó en su informe del Foro contra las campañas de desinformación se refiere a la estrategia de captación de expertos y personas que ocupan puestos relevantes en países occidentales.
El documento se refiere a la “estrategia de Thousand Talents Plan, por el cual el país estaría reclutando a científicos en investigadores occidentales (Keown, 2018). China está reclutando a especialistas occidentales a través de Redes Sociales en Occidente. Especialmente a través de la red social de LinkedIn (Burgess, 2023)”.
El asunto puede parecer algo “peliculero”, pero ha provocado alertas reales. En estas páginas se contó que la Armada lanzó un aviso interno después de comprobar que muchos de sus militares ofrecen en Linkedin información sobre los puestos que ocupan en las Fuerzas Armadas, que les puede identificar como objetivos de captación para servicios de inteligencia extranjeros.
Esa vía de contacto por Linkedin es especialmente utilizada por los amplísimos, y cada vez más activos a nivel internacional, servicios de inteligencia chinos. Les interesan sobre todo los militares destinados en cuarteles generales de la OTAN.
Se ha dado el caso hasta de un piloto de la aviación naval de Estados Unidos sobre el que pesa la acusación de entrenar a las fuerzas armadas chinas tras dejar su puesto en la marina estadounidense. Ese piloto, según los medios que han contado su caso, participó en un programa de intercambio con la Armada española y voló con aviones Harrier de la Novena Escuadrilla.
A través de grandes empresas tecnológicas también está logrando China aumentar su influencia en España, y especialmente en las administraciones públicas, algo que ha encendido alertas en ciertos ámbitos.