Kike Salas , futbolista del Sevilla , está siendo investigado por un posible delito de estafa al haber forzado tarjetas amarillas para que algunas personas de su entorno obtuvieran beneficios económicos a través de apuestas deportivas. Recientemente se han dado otros casos similares al del moronense en el fútbol europeo que han acabado en sanción deportiva y económica o que actualmente están siendo investigados. Hasta tres futbolistas de la Premier League inglesa se han visto envuelto en situaciones con muchas semejanzas a la de Kike Salas últimamente. El caso más llamativo es el del italiano Sandro Tonali . El Newcastle United pagó al Milan por el traspaso del centrocampista internacional italiano más de 60 millones de euros y el futbolista pocos meses después comenzó a ser investigado recibiendo una sanción de diez meses sin jugar por romper la regulación de apuestas en Italia. El futbolista reconoció ser adicto al juego (se llegó a señalar que se gastó más de un millón de euros en apuestas) y estuvo en terapia por ello durante ocho meses. Asumió haber apostado en partidos que jugaban el Milan o el Brescia, equipos de los que formaba parte. Ivan Toney , delantero que disputó el pasado verano la Eurocopa con la selección inglesa y que milita en el Al-Ahli, se declaró culpable de más de 200 cargos por romper la regulación de apuestas deportivas entre 2017 y 202. Llegó a ser denunciado por hasta 262 casos. Inicialmente la federación inglesa solicitó una sanción de hasta quince meses al entender que el futolista había mentido y que había intentado destruir pruebas. El hecho de reconocer su culpa y que era adicto al juego hizo que finalmente el castigo quedara reducido a ocho meses por lo que estuvo sin jugar entre mayo de 2023 y enero de 2024. Toney realizó hasta 126 apuestas en competiciones en las que él participaba e igualmente en 13 ocasiones apostó por la derrota de su equipo en partidos en los que él no participó. El futbolista Joey Barton también fue sancionado por realizar hasta 1.260 apuestas deportivas durante diez años. La pasada temporada también trascendió el caso de Lucas Paquetá al que, como a Kike Salas, se le investiga por forzar tarjetas amarillas para que sus amigos se beneficiaran mediante apuestas. El futbolista del West Ham se expone a una sanción máxima de diez años de inactividad ya que hasta 60 amigos y familiares se habrían visto favorecidos por ello. Luiz Henrique , que fue futbolista del Betis hasta hace un año, también podría haber estado involucrado en este caso, ya que habría recibido dinero por haber visto amarillas jugando con el cuadro verdiblanco. También en Inglaterra recibieron sanción por apuestas deportivas Kieran Trippier y Daniel Sturridge . El primero de ellos, ex del Atlético de Madrid, tuvo que cumplir su sanción de diez semanas estando en el cuadro colchonero. El futbolista había apostado por su traspaso desde el Tottenham hasta el Atlético de Madrid, algo que acabó sucediendo. Similar es el caso de Sturridge, que invitó a su hermano a apostar por su fichaje por el Sevilla en 2018. No acabó sucediendo, pero el jugador recibió un castigo de cuatro meses y el Trabzonspor le rescindió su contrato. En Italia, además del caso de Sandro Tonali, también han tenido problemas con la justicia deportiva por asuntos relacionados los futbolistas Nicolò Fagioli (Juventus), Nicolò Zaniolo (Atalanta) y Alessandro Florenzi (Milan). Todos ellos se vieron envueltos en la misma investigación y el primero de ellos estuvo el pasado curso siete meses sin poder jugar aunque la sanción completa fue de doce cumpliendo cinco en terapia para combatir su ludopatía. Esta temporada juega con regularidad con la Juventus y la selección italiana (estuvo entre los convocados para la última Eurocopa). Zaniolo, por su parte, se quedó sin sanción ya que reconoció haber estado en un casino en una plataforma ilegal, pero no haber hecho apuestas deportivas. Con Florenzi sucedió lo mismo ya que el ex del Valencia aceptó haber apostado, aunque nunca en fútbol.