Este es el trozo más antiguo del Nuevo Testamento que se conoce, según los historiadores
La Biblia es el libro más importante para los cristianos. Católicos, evangelistas, ortodoxos... muchas son las ramas que, aunque no la interpretan de la misma forma, lo cierto que este símbolo de fe marca la tendencia y doctrina a seguir de los creyentes de esta religión. Dividida en dos partes, el Nuevo y el Antiguo Testamento, y las investigaciones arqueológicas recuperan partes originales que se fueron perdiendo con el tiempo. Así, se pudo encontrar en una de ellas el trozo que se cree que es el más antiguo del Nuevo Testamento, lo que cuadraría con las fechas en las que pudieron haber sido escritos los Santos Evangelios.
Esto ocurrió durante el siglo XX. En 1920, Bernard Grenfell y Arthur Hunt habían descubierto en un vertedero en El Fayún, cercano al valle del río Nilo en el desierto del Egipcio Medio, un lote de manuscritos que llegaron a formar parte de la colección egipcia de Mánchester. No lo sabían, pero entre ellos se encontraba el que sería el trozo más antiguo de la Biblia original: el P-52.
Cuándo se escribió el Nuevo Testamento: El fragmento más antiguo que se conoce sería del Evangelio de San Juan
Se trata de un pequeño fragmento de papiro que contiene partes del Evangelio de San Juan, una pieza clave en el estudio de los textos bíblicos. Fue estudiado en 1934, por Colin H. Roberts en la Biblioteca John Rylands de Mánchester, y un año después este hizo público su hallazgo. Después del fallecimiento de los descubridores, Henry Guppy, entonces director de la John Rylands, hablaba del lote como un interesante conjunto de documentos históricos y cristianos, confirmando lo que contenía este trozo de papiro.
Se trata de un fragmento pequeño, de unas medidas aproximadas de 8,9 centímetros por 6 centímetros. Está escrito en griego koiné, que era un idioma común del Imperio Romano en ese tiempo, y contiene partes de Juan 18:31-33 en el anverso y Juan 18:37-38 en el reverso.
Esto es lo que dice en el anverso: "Los judíos replicaron: 'Nosotros no podemos dar muerte a nadie'. Así se cumpliría lo que había dicho Jesús cuando indicó de qué muerte iba a morir. Entonces Pilato entró de nuevo al pretorio y llamó a Jesús y le dijo: '¿Eres tú el Rey de los judíos?'.
Así, en el reverso continúa una parte del Evangelio. "'Sí, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz'. Le dice Pilato: '¿Qué es la verdad?' Y, dicho esto, volvió a salir donde los judíos y les dijo: 'Yo no encuentro ningún delito en él'.
Aunque se trate de solo un fragmento, su antigüedad lo convierte en una prueba clave de la temprana circulación de los textos del Nuevo Testamento. La fecha exacta no es clara, ya que ha generado diversas teorías entre los historiadores, pero se cree que fue escrito entre el 125 después de Cristo y el 160 después de Cristo.
Este descubrimiento se convertía en una pieza que mostraba cómo los cristianos de esa época ya estaban copiando y distribuyendo los textos evangélicos. Antes del descubrimiento del P52, algunos críticos sostenían que el Evangelio de Juan era una obra tardía, escrita en el siglo II. El P52 demuestra que ya estaba en circulación a principios de ese siglo.