Instantáneas de mundo, de Alfonsina Storni
La colección Tierra Firme, en la serie Viajeras/Viajeros de la editorial Fondo de Cultura Económica, nos brinda el volumen Instantáneas de mundo (2023), de Alfonsina Storni. El libro es una recopilación de sus textos de viaje, algunas entrevistas que le realizaron, poemas y varias fotografías de la autora. El esfuerzo de la investigadora Alejandra Laera de antologar a la poeta argentina en torno a este tema nos parece francamente encomiable y nos entrega otra nueva dimensión de la obra storniana, que se traza junto con su experiencia vital en torno a las diferentes travesías que la escritora transitó. De esta forma, tenemos una primera aproximación a su viaje siendo niña desde Suiza a San Juan y desde allí a la ciudad de Rosario.
Alfonsina Storni posando. Archivo General de la Nación Argentina
Más adelante se suma una nueva mudanza de Rosario hacia el gran Buenos Aires, ya con el título de profesora normalista, con un embarazo avanzado y con la necesidad de ganarse la vida, en una época en donde la ciudad principal argentina era, como señalo alguna vez el escritor francés André Marlaux, “La capital de un imperio que nunca existió”. Las posibilidades allí para las mujeres en comparación a la provincia eran infinitas, lo que no implicaba que no tuvieran que lidiar con el consabido machismo de época. Resalta de esa sección un poema que escribió en honor a la capital trasandina. Allí representa el crisol de culturas que llegaron a vivir cerca de la ribera del Río de la Plata: “Choca este soplo que sube/ Por pies, desde la tierra/ Con el mosaico Europeo / Que en los grandes ojos lleva” (p. 70). También sobresale un texto que dijo a modo de conferencia en Uruguay en 1938, en la Universidad de Montevideo, donde también estaban invitadas Juana De Ibarbourou y Gabriela Mistral. Las disertaciones versaban acerca de la escritura poética y el rol de las mujeres en la literatura. En el caso de Storni, su texto se centró en su vinculación biográfica con la literatura.Luego existe un periplo por Europa donde hace unas pequeñas anotaciones cercanas a la bitácora sobre al viaje en barco y algunas impresiones que le dejan la geografía del viejo continente. Le sigue un capítulo llamado “Postales Argentinas”, donde resaltan poemas de algunos lugares como Rosario, Córdoba, Bariloche y la Pampa Argentina, entre otros. De igual modo, tiene algunos textos que fueron publicados para el diario La Nación a este respecto; señalamos uno titulado “Kodak pampeano”, haciendo alusión a la cámara fotográfica Kodak. Esta crónica de viaje consta de sucintas anotaciones, como instantáneas escriturales, emparentadas con las Aguafuertes Porteñas de Roberto Arlt, que en el conjunto generan una apreciación general sobre el lugar que merodeó la escritora.
Alfonsina Storni a los 24 años cuando publicó “La inquietud del rosal”. Archivo General de la Nación Argentina
Conforme avanzamos en el volumen, el interés de la poeta comienza a centrarse en uno de los balnearios más queridos por ella en la ciudad de Mar del Plata. Sobresale el poema “Voy a dormir”, que más adelante fue adaptado para incorporar algunas de sus partes en la famosa canción “Alfonsina y el Mar”, escrita por Ariel Ramírez y Félix Luna, e interpretada por Mercedes Sosa para la posteridad: “Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame / Ponme la lámpara en la cabecera […] / Déjame sola: oyes romper los brotes… […] / Gracias. Ah, un encargo: / si él llama nuevamente por teléfono / le dices que no insista, que he salido…” (p. 299). Este fue el poema que Alfonsina envió al diario La Nación y que ellos publicaron el día después de su fallecimiento.
Cuando empezamos a cerrar el libro se vuelve a cruzar la biografía de la escritora. Storni es diagnosticada de un agresivo cáncer de mama, del cual fue operada, y al realizarse estudios posteriores los resultados no fueron tan auspiciosos como ella esperaba, generándole esta situación un estado depresivo profundo, lo que no le impide escribir al menos tres notas de despedida: una para su hijo, otra para un amigo muy querido y una nota corta general donde escuetamente señala: “Me arrojo al mar” (p. 330), luego de lo cual la escritora cumple su palabra el 25 de octubre de 1938, donde testigos aseguran que Alfonsina Storni se lanzó de la escollera del Club de Mujeres al mar. Instantáneas de mundo nos revela la faceta andariega de la autora, que produce crónicas y poemas mientras avanza por esos lugares que no conoce del todo, pero que rápidamente incorpora en su experiencia vital, ampliándonos la mirada sobre la trayectoria literaria de una de las poetas más importantes dentro del parnaso argentino.