La goleada encajada en la final de la
Supercopa de España ante el
FC Barcelona (5-2) todavía retumba en el
Real Madrid. Más que nada porque fue la confirmación de que el equipo blanco no acaba de arrancar esta temporada. Ha tenido fases en las que ha parecido encontrar el rumbo, pero de nuevo se ha vuelto a caer.
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