El
Villarreal fue un auténtico vendaval durante poco menos de siete minutos y medio. Exactamente, durante
siete minutos y 26 segundos. Los que necesitaron los hombres de Marcelino García Toral para
anotar los cuatro goles que se llevó del Madrigal el RCD Mallorca en el último partido de la jornada liguera.
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