Esto es fútbol y por eso lo amamos. Lo dijo
Hansi Flick al final del partido después de uno de aquellos encuentros que nadie olvida. El Barça sacó el carácter y ganó con épica en el estadio de la Luz, para meterse en octavos de Champions y mantener el segundo mejor puesto del fútbol europeo, a falta de una jornada para acabar la primera fase.
Jurgen Klopp dijo en su día que la Champions se ganaba con el corazón, más que por la táctica. El Barça ganó también con eso. Fue una victoria de corazón. Brillante en los últimos minutos, con dos jugadores impresionantes como
Pedri y
Raphinha y un entrenador que en el minuto 74, con 4-2 en el marcador, sacó a los dos laterales y colocó una defensa de tres con cuatro delanteros (
Lamine,
Lewandowski, Raphinha y
Ferran) y acabó imponiéndose con un fabuloso 4-5, remontando un partido que parecía perdido. El Barça ganó por corazón y por fe y táctica en un encuentro Dragon Khan, en el que hizo regalos, sufrió accidentes y le dio la vuelta a todo con la personalidad de los campeones.
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