Jannik Sinner defiende su condición de número 1 y apaga con su tenis frío, potente y letal a Ben Shelton, que tuvo su opción de demostrar todo lo que lleva dentro en un gran primer set de diabluras. Pero el italiano acabó por imponer su juego más sólido y controlado y se gana con contundencia, y algún malestar físico, la plaza en la final del Abierto de Australia. Su rival, Alexander Zverev , que pasó sin demasiado desgaste tras la retirada de Novak Djokovic al finalizar el primer set. Un Sinner-Shelton es un duelo de extremos, de hielo y fuego. Al italiano le va el control, la disciplina, el aspecto más robótico del tenis en el que no hay nadie...
Ver Más