Feijóo espera la derrota del PSOE o de Junts
El PP ve en un punto de no retorno en la relación entre PSOE y Junts y mientras «rompen» aprovechan para seguir tejiendo su proyecto alternativo. Alejados del bloqueo que rodea hoy al Gobierno por su extrema debilidad parlamentaria para continuar la legislatura, los populares explican sus medidas alternativas a la «trampa» del decreto ómnibus o sus soluciones para atajar el problema de la vivienda.
El PP se sienta a esperar la «derrota» de PSOE o de Junts. Uno de los dos, advierten en la dirección, acabará finiquitado puesto que si reconducen sus relaciones uno de ellos habrá «incumplido» con su palabra. Creen en el entorno de Feijóo que ambos se encuentran en un punto «muy complicado» y ven que el deterioro de las relaciones entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont es «irreversible». Si Junts cede en la cuestión de confianza (en renunciar a que el presidente del Gobierno se someta a ella), «quedará mal» Puigdemont y si el PSOE accede, faltará a su palabra, valoran. «Cuanto más se agrede, más complicado es darte el abrazo después», opinan.
Mientras tanto, en Génova se resuelven victoriosos al hacer un resumen de la primera semana parlamentaria del año en la que el Ejecutivo ha sufrido dos derrotas a costa de sus socios. Se conjuran para seguir «amplificando» el desgaste al Gobierno. De ahí la ofensiva parlamentaria y social que ha emprendido el partido ante la estrategia del PSOE de culpabilizarles por no apoyar el decreto social y económico que incluía la revalorización de pensiones, la gratuidad del transporte público o ayudas para los afectados por la DANA. En el PP rechazan cualquier tipo de responsabilidad y recuerdan que ellos han ofrecido una alternativa después de haber registrado tres proposiciones de ley en el Congreso para recuperar algunas de las medidas sociales y económicas que decayeron. «¿Pero vamos a ver, quién gobierna?», se pregunta un miembro de la dirección consultado por este diario ante la presión que los socialistas ejercen sobre Feijóo. En el partido rechazan la posibilidad de que haber votado en contra de, por ejemplo, la subida de las pensiones, pueda pasarles factura ante la alta fidelidad de votantes de mayor edad que cogen la papeleta azul en las urnas. «Un gobierno aprueba sus leyes con sus socios, no con la oposición», insisten. La sensación que se palpa es que han jugado «bien sus cartas», explica otro dirigente al ver que tanto los socios del Gobierno como la opinión pública presiona al Ejecutivo para deshacer el ómnibus.
La semana también ha estado marcada por la tensa relación que han protagonizado el PP y el PNV. Esta vez, a causa del [[LINK:EXTERNO|||https://www.larazon.es/espana/mantendra-aunque-salga-cesion-pnv_20250125679440891236b6000165b2fb.html|||«regalo» del Gobierno a los nacionalistas vascos de un palacete]] en París, cedido al gobierno vasco en el exilio, aunque lo cierto es que las tiranteces entre ambos se han producido durante toda la legislatura. Los puentes están totalmente rotos y no se espera a corto plazo un acercamiento. Así dan cuenta en el PP donde avisan de que no deben «nada» al PNV. Recuerdan, además, que cuando los «necesitaron» no estuvieron. Esto es, en la moción de censura del PSOE contra Mariano Rajoy en 2018 y tras las elecciones de 2023, donde Feijóo se quedó a cuatro votos a favor para ser investido presidente del Gobierno. Así, la vía de entendimiento de cara a tejer una relación PP-PNV está totalmente anulada. «El PNV siempre que ha tenido que elegir, ha optado por Sánchez», explica otro miembro de la dirección popular. El estado de las relaciones entre ambos, recrudecido esta semana por la refriega entre sus portavoces parlamentarios, Miguel Tellado (PP) y Aitor Esteban(PNV) es avalado por el propio Feijóo, que el jueves llegó a llamar a los nacionalistas vascos «satélite» del PSOE. Mientras, en el PNV acusan a los populares de «no cuidar» las relaciones y les acusan de haberse escorado a la derecha. En el partido ven poco probable «futuros pactos».
Con la puerta cerrada entre ambos, la vía alternativa que continúa siendo una incógnita es la de PP y Junts. A día de hoy una moción de censura que cuente con los siete votos de Puigdemont es una utopía por mucho de que las relaciones entre PSOE y Junts estén atascadas. Si bien, PP y Junts despidieron 2024, visibilizando un principio de entendimiento a nivel parlamentario a causa de la reforma fiscal. «Coincidencias puntuales», repiten en el PP donde afirman que no hay comunicación más allá. Donde sí ha habido alguna toma de contacto es a través del Parlamento Europeo con el eurodiputado Esteban González Pons como interlocutor. No se niega en el PP. «¿Cómo nos vamos a enterar sino de lo que piden?», llegó a defender Feijóo. Inciden, eso sí, que hablar, no es pactar.