A diez puntos del Real Madrid antes de su partido de hoy contra el Valencia, el Barça ya no puede más que dedicarse a hacer las cuentas de la lechera aún a sabiendas de que la citada historia acababa fatal. Sin embargo, no hay otra que creer en que los blancos pincharán (el Atlético ya lo hizo ayer) y que eso, combinado con una racha triunfal propia, dará a
Flick y a sus hombres la opción de engancharse a una Liga que empezaron a dominar con mano de hierro y que luego han ido tirando por la borda debido a episodios de flojera inexplicables. Sólo con haber ganado en casa a Leganés y Las Palmas la situación sería muy distinta. Sin embargo, no hay nada perdido y hoy lo que toca es empezar con la remontada. La motivación no es menor porque un triunfo serviría para recortarle dos puntos al Atleti. Además, hay viento de cola gracias a la remontada de Lisboa. Y por si fuera poco, febrero trae estímulos en el calendario que dan pie a pensar que las distancias pueden recortarse.
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