Juanma Moreno conserva al 90,4% de sus votantes
Juanma Moreno se erige como uno de los barones territoriales de referencia del PP. Gobierna la región más poblada de España, con cerca de nueve millones de habitantes, el 18% del total nacional. En las elecciones autonómicas de Andalucía de 2018 puso fin a 36 años de gobiernos ininterrumpidos del PSOE-A presididos sucesivamente por Escuredo, Rodríguez de la Borbolla, Chaves, Griñán y Susana Díaz.
En las elecciones autonómicas de 2022 obtuvo su mejor resultado electoral, los andaluces revalidaron su confianza en él y le otorgaron una potente mayoría absoluta. Dos años y medio después, los andaluces vuelven a confiar en su presidente y amplían su mayoría absoluta, alcanzando los 60 diputados de un total de 109 que componen el Parlamento de Andalucía.
Su gestión en este tiempo es aprobada por el 44,7% de los andaluces y apoyada también en todos los segmentos de edad, frente a un 28,6% que la desaprueba. Ni entre los votantes del PSOE-A son mayoría los que la valoran negativamente, pues son el 44,4% del voto socialista.
Corrupción: Chaves y Griñán
El cambio de ciclo político en Andalucía en 2018 ya venía gestándose desde tiempo atrás. La falta de oportunidades para los jóvenes, la corrupción con los ERE, una región con un potencial económico que no se dejaba desarrollar, clientelismo político, falta de alternancia en la Junta, etc… hizo que la ciudadanía empezara a prestar atención a la esperanza de cambio y regeneración que representaba Juanma Moreno.
La corrupción, como se refería más arriba, fue uno de los desencadenantes del fin de etapa del PSOE-A. El 77,4% de los andaluces relaciona todavía hoy a Chaves y Griñán con ella. Incluso entre los votantes socialistas, ya que el 47,2% de los mismos sigue negando cualquier corrupción de los dos expresidentes de la Junta.
En 2015, fecha de la última victoria electoral socialista, el PSOE-A recibió 1,4 millones de votos. En 2022 solo alcanzó los 0,9 millones de votos; perdió medio millón de votos. Mientras que el PP andaluz pasó en este periodo de tiempo de 1,1 millones a 1,6 millones, ganando así medio millón de votos. Ya sabemos entonces dónde fueron esos votantes del PSOE-A que dejaron de votar a los socialistas.
Un PSOE-A debilitado
Hoy en día el PSOE-A continúa debilitándose, al tiempo que el PP Andaluz se crece aun más. Los de Juanma Moreno aumentarían su electorado en 103.882 votantes respecto a 2022, al tiempo que el PSOE-A perdería otros 39.837 votantes netos. Los socialistas andaluces conservarían el 81,0% de los que les votaron en 2022. La mayoría de ese 19% restante marcharía, en un 7,8% a la derecha (6.9% PP y 0.9% VOX), el 6.0% a la abstención y solo un 3.2% a la izquierda del PSOE.
Frente a esta erosión inacabada y permanente del PSOE-A, el PP andaluz conservaría el 90,4% de sus votantes. El partido que mayor porcentaje de votantes fideliza de toda Andalucía. Con respecto al duelo que mantienen PP y VOX en toda España, aquí en Andalucía también se registran trasvases de uno a otro partido: el 8,5% del votante de VOX de 2022 se pasa al PP y, del mismo modo, el 3.3% de los electores populares se cambian a VOX.
La historia nos enseña cómo los aparentemente imbatibles Felipe González y Zapatero fueron hundidos en las urnas. El primero por la corrupción, principalmente por el caso Roldán; el segundo por el deterioro de las condiciones de vida de los españoles a consecuencia de la crisis económica de 2008-2011. El cambio en ambos casos se produjo, como en Andalucía en 2018, por el comportamiento de una importe parte del electorado socialista que dejó de apoyar al PSOE para facilitar la alternancia y la llegada al gobierno del PP. Hoy en España empiezan a darse nuevamente esas circunstancias que facilitan el cambio.