Crítica de música: Señor Loop es un afecto que permanece en el tiempo
Los conciertos que honran el aniversario de lanzamiento de un álbum se ofrecen como un punto de encuentro entre pasado y presente. Reviven un material del pasado, pero con una interpretación enriquecida por la experiencia acumulada.
Costa Rica se sumó a las presentaciones de Señor Loop centradas en su segundo disco, Madretambor (2004). El álbum se convirtió en una placa insigne para el rock panameño. Con el tiempo, traspasó fronteras e impactó también a la audiencia costarricense.
Este vínculo entre los ticos y el Madretambor se validó con un concierto dividido en dos partes. En la primera, el grupo repasó el álbum de cabo a rabo. La segunda, en cambio, estuvo enfocada en las favoritas de la audiencia, extraídas del resto de su discografía.
Antes de los canaleros, el artista invitado fue el tico Felipe Pérez, con su proyecto Achará. Actuó en solitario, usando un arsenal de recursos: guitarra eléctrica, teclado y un controlador MIDI. Durante cerca de media hora se apropió del escenario repasando temas como Crisantemos y Sierpiente. Para Miedito, se despojó de cualquier instrumento y se movió libremente, cantando una letra afilada: “¿Qué es que le da medito? Que se pinte la boca, que baile bonito, que sea suavecito”.
Su participación fue versátil, así como sorpresiva, especialmente con la inclusión del clásico Puerto Limón (de Abracadabra), con el que quedó claro que Achará tenía al público cautivo.
Señor Loop, una banda atrevida, compartirá su proceso creativo en el FID 7
Cuando Señor Loop apareció en escena, comenzó a cobrar vida la energía de Madretambor. El en este disco incluye una balada rock (Canela), reggae (en Murdah), sonidos experimentales (Ocha Chalua), e inclusive ritmos afrocaribeños (Roncabalao).
Pura Maleza cierra el álbum, por lo que el sábado por la noche clausuró el primer set. En esta canción destacó el rapero Fakir como invitado, aportando su lírica rápida.
Aunque la fusión predominó en esta parte inicial, el público se mantuvo en un estado más apreciativo, salvo por aquellos devotos del álbum lanzado hace dos décadas. Estas personas seguramente disfrutaron que el grupo tomara licencias creativas, extendiendo y ajustando partes de varios temas, alejándose de las versiones de estudio.
Es importante recalcar que Arrecife, empresa productora del encuentro, mejoró las condiciones de tránsito de aire de Pepper Club colocando ventiladores industriales. La experiencia fue mucho más placentera en comparación con la vez pasada que la banda vino, hace menos de un año.
Con espacio y frescura para moverse más, la segunda parte del recital fue más emotiva y emocionante para quienes esperaban los “éxitos”. Lo que hay, un tema primordialmente acústico, inauguró el regreso al escenario. Le siguieron otras piezas favoritas como Insensato, siempre perfecta para corear en masa, o la increíble historia cantada de El mono y la culebra.
Los visuales de Jonathan Harker y el juego de luces fueron parte esencial de la experiencia. Además, se proyectó como novedad el videoclip de Juana María, con las coloridas ilustraciones del tico Diego Fournier.
Después de un repertorio que sobrepasó 20 temas, el grupo panameño agasajó a su público que, dos décadas atrás, se dejó impactar por el Madretambor. También recordó por qué, con varios discos tras aquel lanzamiento, sigue generando emoción, asombro y, principalmente, cariño: un afecto musical que permanece en el tiempo.
El concierto
El artista: Señor Loop.
Artista invitado: Achará.
Lugar: Pepper Club.
Fecha: 25 de enero
Producción: Arrecife.
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