Todo lo que le había contado su papá, todo lo que había observado como espectador en varias visitas a ese templo futbolero, este domingo
Ander Herrera lo vivió desde el verde césped. Cumplió el sueño de jugar con
Boca Juniors. Ya sabe qué se siente jugando en la Bombonera. Eso sí, la primera vez del vasco corriendo detrás de la pelota en ese estadio especial tuvo demasiadas dificultades y terminó envuelta en la polémica.
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