El compromiso por un proyecto y el amor por los estudiantes logró que la Escuela Montessori de la Ciudad de México llegara a su 60 aniversario. La historia que inició en una casa, hoy ve reflejado su éxito en los ex alumnos que, sin ninguna duda, valoran las bases que les dio esta escuela que ofrece una educación alejada de lo tradicional.“Mi nombre es Karen Sánchez Dueñas, ex alumna de la escuela Montessori de la Ciudad de México, escuela a la que hoy agradezco mis bases y formación como persona, formación que hoy me permita estudiar en la universidad de mis sueños”, explicó la ex alumna frente a dos de sus guías, padres de familia y estudiantes que hoy conforman el plantel.El sábado 25 de enero, la comunidad de la Escuela Montessori se reunió para conmemorar 60 años de existencia, donde el lazo común es la preparación de los adultos del futuro, aprendiendo sí, como en cualquier plantel educativo, conocimientos académicos, pero también, la importancia de crecer en comunidad, aprender en libertad y con formación humana.Y no solo es el discurso, la huella está marcada en quien ha pasado por los ambientes Montessori. “No es una escuela tradicional y les puedo decir que es lo mejor de la escuela… no eres un número, sino que eres alguien de la escuela y formas parte, lo único que le puedo decir a la escuela es que muchísimas gracias por el apoyo que me dio, muchísimas gracias a los que forman parte de ella y feliz cumpleaños al Montessori Ciudad de México”, dijo en el acto conmemorativo el ex alumno José María Tapia. Este agradecimiento se refleja en el compromiso de los docentes y directivos de la escuela. No es fácil mantener unida a una comunidad por tantos años, lo que en este plantel se ha logrado. Este proyecto que inició casi como un experimento, hoy está consolidado. “La cosa más emotiva que puedo pensar es agradecerle a esas familias fundadoras que un día tuvieron la idea de juntarse y buscar una nueva forma de educación que en ese momento simplemente no era conocido.“No había otros métodos de educación y no sé si se imaginaron que la escuela iba a cumplir 60 años, no sé si se imaginaron el número de vidas que iban a tocar”, dijo Andrés Cossío, presidente del consejo de la escuela.Y siguen tocando vidas. La directora de la escuela, Gabriela Parra, tuvo que tomar aire para dirigir su discurso.Frente a la comunidad, entre quienes estaban Carmela Fierro y Claudia Guerrero, pioneras en la enseñanza bajo este sistema, así como Shifra Sverdlin, presidenta de la Asociación Montessori Internacional de México, dijo que el compromiso de todos es seguir impulsando el proyecto para volver a dejar huellas imborrables en los estudiantes. “Me da mucho gusto darme cuenta que el hilo conductor que genuinamente nos ha traído hasta aquí es la educación Montessori y el amor por esta escuela, recordemos que su inicio fue tan auténtico que ha trascendido en el tiempo y hoy después de 60 años sigue fiel al propósito de brindar educación diferente para los niños y para las niñas”, expresó. Sin más, cerró su discurso expresando los deseos de todos “feliz cumpleaños a nuestra querida escuela y que vengan muchas, muchas más vueltas al sol”, agregó.En el evento estrella de este aniversario no faltaron las anécdotas, hubo pastel conmemorativo, brindis y los buenos deseos para que la historia de esta escuela fuera de la común se siga escribiendo por al menos, otros 60 años.Y para cerrar con broche de oro, el artista plástico, Carlos Pellicer, donó un cartel conmemorativo, creado por él, de los 60 años de la escuela en la que también estudiaron sus hijos. “Primero es una tristeza porque yo no fui a colegio Montessori, me hubiera encantado pero todavía no fundaban la escuela, ni modo. Pero por fortuna ahí estuvieron los hijos”, expresó. Al final, hubo mariachis y una subasta de otro cartel conmemorativo de Pellicer, el cual fue vendido por más de 8 mil pesos que serán donados a la biblioteca de los estudiantes que ya son el futuro que contará los próximos aniversarios de su querida escuela.IOGE