Construyó de cero la operación local de una reclutadora mundial, qué enseñanzas tomó de ser un Ironman

Miguel Carugati habla rápido. Espacia, apenas, las palabras y hace un recorrido de su trayectoria profesional: después de haber trabajado siete años en grandes empresas como Techint, ExxonMobil y Philip Morris, aquel joven marplatense decidió dar el salto y dejar el mundo de las finanzas para navegar aguas desconocidas.

En ese entonces, tenía 26 años. Contador público y licenciado en Administración de empresas, admite, un poco cauteloso, que se preguntó todos los días, durante esos siete años, qué le había gustado de la carrera de contabilidad y por qué había decidido seguir la profesión.

"Tomé un puesto regional en Philip Morris, primero para Ecuador y después para Centroamérica, donde viví por más de un año. Cuando volví a Buenos Aires, empecé a trabajar en Michael Page", dice Carugati, que ingresó a PageGroup en diciembre de 2007 y hoy lidera el Directorio de PageGroup Argentina & Uruguay.

Miguel Carugati conoció la industria del reclutamiento, que nada tenía que ver con su campo de expertise, casi 20 años atrás, cuando la industria recién comenzaba a poner un pie en la Argentina. "Yo vi que era una industria que iba a evolucionar, pero nunca me imaginé que iba a hacerlo de esta manera", dice, en su charla con APERTURA. PageGroup es una empresa que tiene 40 años en el mercado global y 25 en América latina. Primero desembarcó en Brasil, luego en México y en 2008 comenzó sus operaciones en la Argentina.

"Michael Page era una oficina alquilada, grande como esta sala -dice en referencia a la sala en la que se realiza la entrevista, de alrededor de unos 30 metros cuadrados -. Éramos tres personas, teníamos una planta y una impresora. ¿Qué teníamos que hacer? Armar toda una empresa de reclutamiento", señala el ejecutivo.

A Michael Page llegó por un ejecutivo de la empresa que conoció en un viaje de trabajo en San Pablo, a quien le gustó su perfil para desarrollar el proyecto en la Argentina. "Pero la oficina no existía todavía. Yo venía de grandes empresas en donde todo estaba hecho, y acá tenía que hacer todo de cero. La propuesta me dio adrenalina y salté", recuerda. 

Su rol en esa primera etapa fue "conocer cuanta más gente pudiera". Entrevistar, en otras palabras. "Tenía que hacer 10, 12 entrevistas por día", dice. Hace cálculos: en sus 18 años de experiencia, estima que entrevistó alrededor de 16.000 personas. "Cuando una empresa necesita, por ejemplo, un director con ciertas características, yo pienso en esas 16.000 personas que entrevisté para elegir al candidato ideal. Esa es la agilidad con la que te tenés que mover", establece, y admite que los primeros meses fueron los más difíciles, pero que es justamente ese desafío y ese dinamismo que tiene la industria lo que la hace "tan atractiva para trabajar". 

En ese sentido, considera que la industria va a seguir evolucionando hacia la incorporación de nuevas tecnologías y herramientas que faciliten la búsqueda de nuevos perfiles, a la vez que las empresas van a requerir perfiles con conocimientos técnicos, como criterios de ESG y de sustentabilidad.

Pero, dice, no le cuestan los cambios vertiginosos que propone el paso del tiempo. "Yo soy una persona superabierta al cambio, me gusta, lo disfruto. Elegí consultoría en parte por eso, porque al fin y al cabo, todos los días hay una situación diferente para resolver", dice y señala que hoy en día su principal desafío es lograr "una compañía robusta para la Argentina, que engloba a casi 240 personas".

El siguiente desafío se resume en liderar el equipo de la Argentina en relación con los objetivos empresariales de Michael Page. La empresa cuenta con tres grandes objetivos: financiero, de calidad, y de impacto social. Pero, para ello, hay que saber liderar y, no solo concentrarse en el resultado que se quiere obtener, sino en el proceso que hay que atravesar para lograr ese resultado.

"El liderazgo es una forma de comunicación, independientemente de la posición que uno tenga en una compañía. Yo no creo en el liderazgo jerárquico, sino en la capacidad de llegar a una persona y de que la gente te siga por su propia voluntad. Al fin y al cabo, importa que haya un win-win en la relación", señala.

Las enseñanzas del deporte para liderar

En ese sentido, Carugati hace un paralelismo entre el liderazgo y el deporte -lo que él menciona como su pasión- e indica que "hay un punto en común entre el deporte y el trabajo que requiere de una planificación sostenida de corto y largo plazo y que conlleva un proceso evolutivo y madurativo".

Su pasión se siente: fanático del deporte, corrió 11 veces un Ironman (un triatlón de 3,6 kilómetros de natación, 180 de ciclismo y 42 de atletismo, o, puesto en otros términos, 11 horas ininterrumpidas de deporte) y, en diciembre pasado, corrió el Cruce de los Andes (100 kilómetros de running). "Al final del día uno es una persona y como se vive, se juega", cierra.