La vestimenta es algo importante a la hora de proyectar una imagen personal. Aunque algunos lo pueden consierar como algo banal, en realidad puede ser un aspecto determinante a la hora de conseguir un nuevo empleo o una venta. En definitiva, es un poderoso elemento de comunicación no verbal que puede ayudar a la persona a conseguir determinadas metas. A la hora de vestir también es importante tener en cuenta determinados criterios para que todo el conjunto funcione correctamente y dar la imagen que se pretende. Para analizar cómo se debe vestir elegantemente, en el podcast 'Tengo un plan' han contado con César Val , experto en el sector del lujo, asesor empresarial, consultor y conferenciante internacional y con una amplia trayectoria profesional en el mundo del lujo, la alta costura, la cosmética y la belleza. Para Val algo esencial es la paleta de colores e insiste en que los neutros pueden facilitar las combinaciones, mientras que colores fuertes como amarillos, rojos o verdes pueden dificultar la tarea. Además menciona la regla del 60-30-10 , que a la hora de vestir, implica que hay un color principal, uno complementario y el resto pequeños toques para resaltar algún aspecto que se desee: «Hay un color que es el 60%, en mi caso, por ejemplo, podría ser el traje... Un 30% podría ser la camisa y un 10% lo dejas para una nota de color, como un reloj o unos gemelos». «No te compliques mucho la vida... Vete a colores más bien neutros . Puedes ir a los blancos, negros y luego colores de paletas neutras», destaca César Val. Con todo ello ello, se consigue un look cuidado y elegante para el que no es necesario tampoco invertir una gran cantidad de dinero. En general, Val suele apostar por la simplicidad y lo clásico como base, dejando que sean los complementos los que destaquen. «Sean sofisticadamente sencillos. La diferencia está en los complementos : los gemelos, el reloj, los zapatos», ha expresado. Asimismo, insiste en que si se quiere dar una imagen se tiene que no sólo proyectar sino ser coherente con ella porque «para vender lujo, hay que ser lujo». Explica que un óptico no va a ir con traje, pero sí necesita una «bata blanca impoluta». El experto también aboga por rodearse de belleza y elevar la experiencia. Con pequeños gestos simbólicos, esta puede ser memorable como ocurre con el ritual del té en Japón, que podría durar apenas unos minutos pero se convierte en toda una ceremonia. Con estas pautas se puede elevar al cliente a una experiencia emocional y única.