Funcionarios especializados en desactivación de explosivos de la Comisaría Provincial de Policía Nacional de Córdoba han retirado en nueve centros de Córdoba capital 12 botes de ácido pícrico , con un peso total aproximado de 1.200 gramos de esta sustancia peligrosa en su manipulación. Este ácido, según ha informado la Policía Nacional en una nota, sigue actualmente presente en centros educativos y universidades de Córdoba, «ya que se utilizó como marcador y colorante en los laboratorios de química y biología , aunque quedó en desuso». La intervención policial ha sido entre finales del pasado mes de noviembre y hasta el pasado martes 14 de enero. Los botes retirados tienen una antigüedad aproximada de 30 años. Según la Policía, «a causa de la deshidratación, con el paso del tiempo, aumenta su sensibilidad al choque o a la fricción » y, además, «la manipulación del ácido pícrico puede resultar muy peligrosa». El ácido pícrico es considerado como un explosivo secundario cuyas peculiaridades hacen que, bajo determinadas circunstancias, su manipulación pueda resultar muy peligrosa. Además, es una sustancia tóxica que puede llegar a provocar envenenamiento y se absorbe fácilmente a través de la piel formando dermatitis alérgicas al contacto. Desde la Policía Nacional se han hecho una serie de advertencias y recomendaciones sobre cómo actuar ante este tipo de producto. Por ejemplo no abrir los botes . «Su peligrosidad es aun mayor cuando este ácido reacciona con algunos metales, formando picratos, lo que puede suceder en los tapones de los recipientes que los contienen». En caso de localizar algún recipiente de ácido pícrico deben adoptarse diversas medidas, tales como mantenerlos cerrados herméticamente, alejados de fuentes de calor, chispas, llamas abiertas o superficies calientes, y almacenarlos en lugar fresco, ventilado y seguro ».