'Los llaman turistas "mordi e fuggi" (muerde y huye). Llegan en autobuses que los lanzan a primera hora de la mañana junto a alguna estación de esquí, se turnan para hacerse selfies en un montón de nieve, se comen el bocata que llevan en el zurrón, y con suerte, algunos alquilan esquís y hasta contratan clases. Son paquetes turísticos muy populares entre chavales que vivien en algunos de los barrios obreros de las grandes ciudades de Italia.
Organizados por agencias de viaje, hasta ahora no molestaban mucho. Como mucho aparecía un par de autobuses, cinco a lo sumo, se bajaba un centenar de turistas y merodeaban por la nieve hasta que llegaba la hora de volver a casa. Apenas dejan dinero en los comercios, pero no causaban problemas.
Con el auge de las redes sociales todo se ha descontrolad...'