Hace una semana comenzaba en Los Ángeles el juicio contra el artista Rakim Mayers, conocido por el público como A$AP Rocky , que enfrenta dos delitos graves de agresión vinculados a un incidente que se remonta varios años atrás. En noviembre de 2021, el músico habría disparado con un arma de fuego semiautomática en Hollywood a su examigo Terell Ephron, llamado A $AP Relli en el colectivo que compartía con Rocky, A$AP Mob. Pero además de esclarecer los hechos, de los que Mayers se declara no culpable, la atención mediática del juicio recaía en otra cuestión relacionada con su vida sentimental. Desde que comenzase su relación con la cantante Rihanna hace cinco años, la pareja ha protagonizado en ocasiones más titulares debido a su romance en los últimos años que por motivos profesionales. En un principio, Mayers afrontaba su situación judicial junto a su defensa y la presencia de la cantante como uno de sus mayores apoyos desde que se conociera las causas que se le atribuyen quedaba en el aire. En una vista celebrada en octubre, el juez preguntaba a la defensa de Rocky si la madre de sus hijos iba a estar presente, mostrándose abierto a recibirla en cualquier momento en las citas que se produzcan durante el tiempo que dure el juicio. Ante la pregunta del juez, la defensa argumentaba que como la cantante no tiene que declarar, estaba segura de que no fuese a aparecer por los tribunales debido al deseo que tiene Rocky de alejar a su familia del asunto que le envuelve. «Es muy protector con Rihanna y no la quiere cerca de este procedimiento», expresaba. Pero varios meses después, parece que la decisión familiar ha terminado siendo otra. Este miércoles, Rihanna asistía por primera vez al juicio de A$AP Rocky para mostrarle su apoyo en público. Sentada entre la hermana y la madre de su pareja, la artista no pasó desapercibida para los presentes por las reacciones que transmitía a pesar de sus intenciones de no ser protagonista de la sesión. Casi tratando de ocultarse de las miradas del resto de los asistentes, se informaba que la cantante entró al lugar antes de la llegada de los medios y los jurados y salió antes del revuelo final para no llamar la atención a pesar de ir completamente vestida de negro y permanecer inquieta tapando y destapando su rostro en varias ocasiones con las gafas de sol. Rihanna acudió el día en el que el testigo de los hechos, Terell Ephron, describió la noche del enfrentamiento que vivió con Rocky en una calle de Hollywood cuando fue supuestamente víctima de los ataques del músico . Tal y como afirmaba la defensa de Rocky, él y su pareja afrontaban preparados el comienzo del juicio porque «ha sido algo que ha estado pesando sobre sus cabezas durante un tiempo. Estamos ansiosos por poner esto en marcha y dejarlo atrás». Ahora, la declaración de su examigo puede ser la única evidencia que le ponga contra las cuerdas al no haberse recuperado el arma que supuestamente utilizó para dispararle. Fue a su vuelta de un viaje en pareja cuando el rapero fue detenido en un aeropuerto de Los Ángeles en presencia de la madre de sus dos hijos, al haber sido relacionado con los delitos denunciados. Entonces se declaró inocente. Según se ha comunicado, se espera que el juicio concluya en las próximas semanas, tras cuya resolución puede enfrentarse a una condena de hasta 24 años de cárcel.