La secretaría general del PSOE cordobés va a estar disputada en el próximo congreso provincial que se celebrará entre finales de marzo y primeros días de abril. Si se pidió un cambio en Andalucía por los malos resultados electorales de Juan Espadas , lo que abrió la puerta a la elección, prácticamente a dedo, de Sánchez sobre María Jesús Montero , el silogismo lleva a muchos a darle continuidad en Córdoba. «Si se pedía eso de Espadas, los resultados en Córdoba han sido igual de malos, por lo que...», explica a ABC uno de los asistentes a la reunión crítica celebrada este miércoles en Monturque con medio centenar de personas. No eran todos los que son, puesto que como ha podido sondear ABC, detrás de estas primeras voces y caras (capitaneadas por el alcalde de Iznájar , Lope Ruiz y otros regidores descontentos) hay «más movimiento del que pudiera parecer». Las fuentes consultadas por este periódico hablan de concejales y secretarios locales de agrupaciones con bastante militancia. Y es que los delegados al cónclave cordobés van a resultar definitorios para decantar la balanza a un lado u otro. No hay cifra oficial, pero rondaría los 250 según los datos recabados por este periódico. El sistema de elección ha cambiado. Cada agrupación lo hace por intervalos. Las que tienen entre 50 y 100 militantes, disponen de un delegado. Las que van de 100 a 200, de dos... Así progresivamente. Las que tienen menos de 50 tendrán que reunirse por comarcas y sumar militantes, acomodándose a la horquilla correspondiente y su número de compromisarios. Eso sí, Córdoba capital cuenta con un peso importante , pero no definitorio; ítem más, si la corriente crítica trasciende en algunas de sus agrupaciones. El 8 de febrero se celebra un comité provincial que pone fecha al congreso y aprueba el número y nombre de los delegados. La sensación transmitida por estas primeras voces críticas es de que el partido está roto en Córdoba y de «abandono y sectarismo» hacia alcaldes con buenos resultados desde la dirección de Espadas y, por ende, entienden que de Crespín, a quien aplican el mismo baremo de salida que al que fuera alcalde de Sevilla. «Y no queremos la unidad a la fuerza, si no la fuerza de la unidad», señala otro de los que acudieron a la cita de Monturque parafraseando eslóganes empleados en el congreso regional de Sevilla . Hay otro factor que será clave: la disposición de María Jesús Montero. Bien por ratificar esa 'unidad a la fuerza' cuestionada en Córdoba por esta corriente crítica. O bien, la fuerza de la unidad sacrificando nombres y prolongando el cambio producido en la calle San Jacinto con el que pueda venir en la avenida del Aeropuerto. «La situación está más caliente de lo que se piensa o se ve. Los teléfonos echan humo y el partido, a lo futbolístico, va a ser largo y complejo», expresa otra fuente consultada.
