El juez procesa a cinco jefes de ETA por el asesinato de Gregorio Ordóñez
El juez Francisco de Jorge ha procesado a cinco exjefes de ETA por el asesinato del concejal del Partido Popular Gregorio Ordóñez. Como avanzó LA RAZÓN, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional ha dado el primer paso para sentar en el banquillo a Ignacio Gracia Arregi, 'Iñaki de Rentería'; Miguel Albisu 'Antza'; José Javier Arizcuren 'Kantauri'; Julián Achurra 'Pototo' y Juan Luis Aguirre Lete 'Isuntza'.
El magistrado procesa a estos exjefes de ETA por delito de asesinato terrorista y atentado contra la vida del exedil popular, cuando se acaban de cumplir 30 años del asesinato que tuvo lugar el 23 de enero de 1995. En el auto, al que ha tenido acceso este medio, el instructor les emplaza a personarse con abogado para oírles en declaración indagatoria. También avanza que se investigará el patrimonio de todos ellos para sus bienes ante una previsible condena indemnizatoria.
Según precisa, el atentado de Gregorio Ordóñez se enmarca en la "estrategia de desestabilización" que se marcó la banda terrorista tras el golpe asestado en 1992 con desarticulación de la "cúpula" en Bidart. El juez sostiene que los procesados deben responder por los hechos, puesto que integraban entonces el comité ejecutivo de ETA desde donde se impartieron las directrices para actuar contra los objetivos.
Las órdenes para asesinar
"Se ha tenido en cuenta (...) el relevante papel desempeñado por los investigados en ETA, y más concretamente en su comité ejecutivo, en relación con las órdenes para asesinar al Teniente Alcalde de San Sebastián, don Gregorio Ordóñez", razona el juez. En concreto se apoya en la documentación intervenida a los miembros de ETA en Francia, las sentencias dictadas hasta el momento en las que se define el rol de cada uno de ellos, o las órdenes que impartieron a otros miembros de la banda terrorista, entre otros efectos.
Así, por ejemplo, consta una carta manuscrita de Iñaki de Rentería de 27 de mayo de 1996, que acredita que pertenecía al comité ejecutivo o la confesión del etarra Valentín Lasarte, en en relación con las directrices impartidas desde la cúpula para asesinar a Ordóñez. De Achurra Egurola dice que fue jefe del aparato logístico en el momento de los hechos y de Isuntza dicen que estaba al mismo nivel que Kantauri; uno de los terroristas más sangrientos de la banda.
El auto insiste en que el comité era el encargado de elegir los objetivos "especiales" (como era el caso de las víctimas políticas) y que solo este hecho implica ya una potente intervención de los jefes de ETA en la cadena de atentados que tuvieron lugar en aquellas fechas. A la cúpula se le atribuye también la coordinación de los comandos, el adiestramiento de los etarras, la entrega de armamento, la asistencia para la huida de los buscados o el control de la la financiación.
El papel de las asociaciones de víctimas
"Ello implica que sin la función coordinadora, controladora y suministradora de medios que llevaba a cabo el comité ejecutivo el funcionamiento de la organización se paralizaría y los atentados serían imposibles. Todo ello constituye la base para atribuir a los integrantes del comité ejecutivo la intervención en el curso causal y la responsabilidad por todos y cada uno de los atentados cometidos por ETA durante el tiempo de su integración en el comité", expone el auto.
En diciembre de 1997 la Audiencia Nacional condenó a Lasarte a 30 años como cooperador necesario del asesinato de Gregorio Ordóñez, puesto que fue quien hizo los seguimientos a Gregorio Ordoñez y facilitó su asesinato el 23 de enero de 1995 a manos de dos liberados de la banda terrorista que le asestaron un tiro en la nuca.