El Ejército de Tierra recibirá los primeros VCR 8x8 Dragón este mismo mes de febrero
El Ministerio de Defensa espera recibir los primeros Vehículos de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 Dragón en las próximas semanas. Tras superar las pruebas pertinentes, está previsto que Tess Defence, con Indra al frente desde finales del año pasado, inicie las entregas este mismo febrero, tras los retrasos que el proyecto vienen acumulando prácticamente desde su inicio.
Desde el departamento también confían en que la nueva posición de Indra en Tess Defense como accionista mayoritario junto con la reciente llegada de Ángel Escribano a la presidencia de la multinacional tecnológica permitan cambiar el rumbo del programa y dar un impulso a las entregas de vehículos, después de un 2024 en blanco.
Las mismas fuentes confirman que la ministra de Defensa, Margarita Robles, visitará la próxima semana las instalaciones de Indra con el tema del nuevo blindado del Ejército de Tierra español como uno de los puntos principales de la agenda.
A finales del año pasado, Indra tomó el control de Tess Defence, el consorcio industrial que gestiona el VCR 8x8 del que también forman parte ya como accionista minoritarios Santa Bárbara Sistemas, Escribano Mechanical & Engineering y Sapa Placencia. La operación, valorada algo más de 100 millones de euros, contó con el visto bueno de Defensa que durante todo 2024 hizo hincapié en la necesidad de "una gobernanza fuerte" en Tess para sacar adelante el Dragón.
De cara este año, los planes de Defensa pasan de entrada por la entrega de las 92 unidades previstas para 2024 en el calendario, destacan dichas fuentes. Indra, hay que recordar, cifró el número de vehículos a entregar en 2025 en un centenar, justo después de asumir el liderazgo de Tess Defence.
El Ministerio de Defensa y Tess Defence tuvieron una reunión en la sede del departamento a finales de diciembre para reconducir el programa e intentar acelerar la entrada en servicio de los primeros vehículos. Aunque sin citar directamente el programa VCR 8x8, Robles ha insistido en más de una ocasión en los últimos meses en que las empresas tienen la obligación por contrato de cumplir con los plazos fijados en los proyectos.
Hay que remontarse a junio de 2007 para encontrar el inicio de este programa. Seis militares españoles fallecieron en Líbano en un atentado con coche bomba, lo que puso de manifiesto la vulnerabilidad y la falta de protección de los vehículos en los que se movían, los Blindados Medios sobre Ruedas (BMR). Unos meses después, en noviembre, el Ministerio de Defensa tomó la decisión de sustituir gran parte de los blindados del Ejército y adquirir un vehículo 8X8 más moderno y, sobre todo, mucho más seguro.
Sin embargo, la crisis hizo que en 2010 se paralizara un programa que contemplaba la adquisición, por unos 4.000 millones, de 998 vehículos a lo largo de tres etapas. Años después se reactivó y en diciembre de 2015 se firmó un contrato valorado en 92 millones para el desarrollo de cinco demostradores tecnológicos (sobre la plataforma del «Piraña V») que debían ser evaluados por el Ejército antes de la producción en serie. Para ello Defensa eligió a la UTE formada por Indra, Santa Bárbara y Sapa, y les dio un plazo máximo de 32 meses. Pero año tras año las empresas fueron solicitando una prórroga tras otra y los primeros demostradores, que tenían que haber llegado a la Legión a finales de 2018, no lo hicieron hasta el pasado verano.
Pero las alarmas saltaron de nuevo en diciembre de 2019, cuando Defensa declaró desierto el contrato rechazando la oferta de Santa Bárbara. Ni habían llegado los demostradores ni había empresa que fabricara el «Dragón». El Ministerio dijo que el programa saldría adelante sí o sí, sin aumentar el presupuesto ni renunciar a ninguna unidad o capacidad. Así fue, porque en junio de 2020 Escribano Mechanical & Engineering, Indra, Santa Bárbara y Sapa formaron Tess Defence, sociedad que un mes después firmó el contrato para fabricar los primeros 348. El 17 de diciembre de 2021 se dio el pistoletazo de salida a su construcción.
Y es que no hay que olvidar que el «Dragón» es básicamente un sistema de sistemas que «proporcionará a las unidades medias superioridad en el enfrentamiento». Un blindado que destaca por su modularidad y versatilidad, de ahí que haya cinco versiones: Vehículo de Combate de Infantería; de Exploración de Caballería; de combate de Zapadores; de Puesto de Mando de Batallón y de Combate de Observador Avanzado.
Y si clave es su protección, también su «letalidad». Entre sus configuraciones de armamento destaca la torre remota «Guardian 30» de Escribano, con un cañón de 30mm, una ametralladora coaxial de 7,62mm como armamento secundario y un lanzador de dos tubos de misiles anticarro «Spike LR2».
Se espera que el VCI del 8x8 Dragón tenga una autonomía superior a los 500 km, una carga útil de 9,4 toneladas y una velocidad máxima que excede los 100 km/h. Equipado con una suspensión independiente tipo Mcpherson y un sistema de ajuste de presión de neumáticos para adaptarse a diferentes terrenos, este vehículo está diseñado para superar diversas condiciones de combate, incluyendo pendientes longitudinales y laterales, obstáculos verticales y vadear cauces de agua y zonas hundidas.
El corazón del Dragón será su sistema de misión de Indra, con el BMS-VCR como componente principal, que evaluará información en tiempo real para tomar decisiones estratégicas en el campo de batalla. Además, se integrarán sistemas de comunicación, protección activa, armamento y navegación, proporcionando una capacidad operativa avanzada y segura.
El programa también ha asegurado la colaboración de diversas empresas para equipar al VCR 8x8 con tecnología de vanguardia, incluyendo radios E-Lynx de Elbit Systems, pantallas suministradas por Tecnobit y sistemas de navegación de GMV, entre otros.
Con su alta capacidad de protección, movilidad operacional y letalidad, el VCR 8x8 se presenta como un elemento clave en la nueva estructura orgánica del Ejército de Tierra, adaptándose a las demandas cambiantes del entorno operativo y asegurando su relevancia en el futuro.
La torre Guardian 30 es un sistema remotamente controlado, giroestabilizado en dos ejes, que integra un doble sistema electro-óptico que ofrece gran versatilidad tanto en operaciones diurnas como nocturnas.
Especialmente concebida para ser instalada sobre vehículos blindados, integra un cañón de 30mm (adaptable a 40mm) MK 44 Bushmaster II (versión standard o stretch) e integra una ametralladora coaxial de calibre 7,62mm como armamento secundario. Sobre su estructura, la estación porta 12 tubos laza artificios y, adicionalmente, integra un lanzador de misiles de dos tubos anti-carro.
Mantiene una excelente precisión y alcance gracias a su calculador balístico de última generación en un diseño modular y de perfil bajo que reduce significativamente su huella de radar.