Así es el túnel secreto de casi 2 mil metros que fue descubierto cerca de Machu Picchu: habría sido usado por la nobleza inca
Un grupo de arqueólogos de Perú ha logrado confirmar la existencia de un secreto sistema de túneles subterráneos de gran envergadura, conocido como Chinkana, cuya existencia era considerada parte de una antigua leyenda. Esta red laberíntica se extiende en las cercanías de Machu Picchu y su hallazgo ha generado un gran impacto en la comunidad científica, al proporcionar evidencia tangible de la notable ingeniería de los incas.
La complejidad de estos pasadizos subterráneos sugiere un profundo conocimiento en arquitectura y planificación, lo que refuerza la idea de que la civilización inca poseía avanzadas habilidades en la construcción de estructuras ocultas. También plantea nuevas preguntas sobre el propósito de estos túneles, así como su función dentro de la sociedad incaica.
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¿Cómo es el túnel secreto hallado cerca de Machu Picchu?
En la actualidad, el secreto sistema de túneles tiene una extensión de 1.750 metros y es probable que esté formada por amplias trincheras, las cuales están revestidas con muros de piedra, techos tallados y vigas esculpidas. De acuerdo con el arqueólogo Jorge Calero Flores, los pasajes tienen un ancho que varía entre uno y 2,60 metros, y una altura de 1,60 metros, lo que sugiere que podrían haber sido utilizados por la nobleza inca para moverse en literas.
En tanto, la Chinkana se organiza en tres ramales principales que llevan a Callispuquio, al sector Muyucmarca en Sacsayhuamán y a la iglesia de San Cristóbal, lo que sugiere una planificación estratégica avanzada por parte de los incas. Esta red conecta lugares emblemáticos como el Templo del Sol (Coricancha) y la fortaleza de Sacsayhuamán, así como otros puntos significativos de la ciudad, lo que constituye un hallazgo impresionante.
¿Qué métodos tecnológicos que se usaron en el hallazgo del túnel secreto?
La investigación del amplio sistema de túneles subterráneos, o también llamado sistema Chinkana, se realizó en diversas etapas, empleando tecnología de vanguardia. En la fase inicial, los arqueólogos utilizaron pruebas acústicas, un procedimiento que consiste en golpear placas metálicas contra el suelo cada 50 centímetros para identificar cavidades subterráneas mediante la resonancia del sonido.
Más adelante, se aplicaron técnicas más avanzadas, como el radar de penetración terrestre (GPR) y la prospección acústica, las cuales facilitaron un mapeo preciso de la estructura de los túneles al generar imágenes detalladas del subsuelo.
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El túnel secreto cerca de Machu Picchu ya había sido descrita hace más de 3.000 años
El túnel secreto fue mencionado en diversas crónicas de un jesuita de 1954 que mencionaba túneles y pasadizos que se extendían hasta las proximidades de Machu Picchu.
Además, otros documentos, como los del cronista Anello de Oliva, hacían referencia a la existencia de numerosos pasadizos subterráneos que atravesaban la ciudad, en el que incluía lugares como la Catedral de Cusco y las residencias del arzobispo.
Para corroborar estas afirmaciones, los investigadores se asesoraron con expertos, entre ellos Manuel Chávez Ballón, considerado como el pionero de la arqueología en Cusco, quien propuso examinar las áreas bajo las aceras de la ciudad en busca de más evidencias
¿Cuál es el futuro del sistema de túneles secretos?
Los arqueólogos tienen previsto iniciar excavaciones en puntos estratégicos dentro de la red de túneles en los próximos meses, posiblemente entre marzo y abril. Esta iniciativa tiene como objetivo permitir un acceso físico a los pasadizos subterráneos para su estudio detallado.
En ese sentido, ya se ha presentado una solicitud formal al Ministerio de Cultura, en busca de la autorización necesaria para llevar a cabo perforaciones controladas en la zona de Sacsayhuamán.
Este procedimiento permitirá evaluar la extensión real de los túneles, así como su estado de conservación, lo que proporciona información valiosa sobre su estructura y posible conexión con otros sitios arqueológicos cercanos.