Trauma viene del griego y quiere decir herida. Existen físicos y psicológicos. Y si nos centramos en el segundo, viene a ser cualquier circunstancia que hayamos vivido y que nos haya impactado de una manera emocional importante , y que, lo más probable, haya tenido que ser silenciado. Y es que todo lo que rodea a esta palabra suele estar escondido u omitido. Nadie quiere hablar de ello, o al menos a muy pocos les gusta contar sobre esto. No le queremos poner nombre, aunque estar traumatizado sea sencillo. De hecho, tener algún trauma de la infancia es relativamente fácil , según advierten los expertos, que además apuntan que es transgeneracional, es decir, se trasmite de generación en generación. «¿Estamos todos traumados?» pregunta Judith Tiral , reconocida youtuber española y divulgadora, a Alicia Álvarez, psicóloga experta en memoria emocional traumática , en el podcast 'Tenía una duda' . La especialista ha publicado recientemente el libro '¿Cuánto pesa tu mochila?' (Ed. Arpa) en el que explora el estrés postraumático como una realidad más frecuente de lo que se piensa, y en un vídeo con la influencer -más de 600.000 suscriptores en Youtube - explica distintos factores sobre este problema, y sobre todo de qué forma sanarlo. «Todos somos susceptibles de desarrollar un trauma en algún momento, porque todos vamos a pasar por acontecimientos potencialmente traumáticos», responde la directora asistencial y de investigación en la Unidad de Trauma, Crisis y Conflictos de Barcelona en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) . «¿Y cómo puede ser que la misma experiencia sea para alguien un trauma y para otra persona no?», consulta la creadora de contenido. «Lo que condiciona que desarrolles un trauma es la experiencia subjetiva, no solo influye el acontecimiento, depende de cómo vives el evento y cómo lo gestionas; uno de los factores para superarlo es la resiliencia , que es la capacidad de volver a la línea base, algo que se puede entrenar», explica la psicóloga, que ahonda en la capacidad de «educar, entrenar y fortalecer» estos problemas. Según la fundéu (Fundación del Español Urgente) se trata de la «capacidad de adaptación y recuperación frente a una situación adversa». Hay obstáculos en la vida que no se pueden evitar, pero sí podemos aprender a enfrentarlos. ¿De qué forma? «Todo lo que nos proporciona bienestar -como la socialización, hacer deporte, realizar actividades al aire libre - ayudan a que estemos más preparados para afrontar cualquier situación», aclara la experta. ¿Y como se diferencia a una persona realmente traumada con una que no lo es? Alicia Álvarez explica que la diferencia básica es que «si vives un acontecimiento adverso, -por ejemplo la muerte de un ser querido- te acordarás pero no desarrollarás trauma si puedes acceder a él cuando quieras como un recuerdo, sin que ello te genere las tres esferas de síntomas principales, como son la reexperimentación (sentir que estás reviviendo el evento a través de flashbacks, sueños o pensamientos intrusivos), las conductas de evitación o la hiperalerta , que se puede manifestar como agresividad, problemas de concentración o insomnio», profundiza. «Tu sensación es que no estás segura nunca», apunta la experta en el vídeo podcast, donde recoge que en la infancia es donde más se dan los casos traumáticos, porque es el momento en el que más vulnerables somos. «En la infancia y en la adolescencia es donde mayor probabilidad hay de que se desarrolle un acontecimiento traumático porque el desarrollo de la persona está en evolución», desarrolla la experta que además advierte que se transmiten de generación en generación . «Si nuestras figuras de referencia no han sabido gestionarlo, se nos indigesta; lo maravilloso de los niños es que tienen muchísima plasticidad sináptica», algo que se define como la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar en respuesta a la experiencia. «El entorno dañino debe desaparecer, una vez ahí se puede empezar a trabajar para que esté seguro. Muchos niños en ámbitos de maltrato, por ejemplo, van a pensar que esto será así porque es lo que conoce, y que la forma de tratar o de querer es esa, por lo que pasa por darle otros modelos, para que entiendan otras formas de relacionarse. El apego, que es el vínculo que tenemos las personas, lo aprendemos de pequeños, y de manera que crecemos desarrollamos esta forma desarrollarnos con el resto», indica la psicóloga. Alicia Álvarez explica cómo en terapia, lo que se hace es «un ejercicio de mentalización; es decir le 'dejas' tu cerebro para que puedan pensar las cosas de ida y vuelta, y entender otras realidades y reconstruir sus vivencias desde otra perspectiva».