El país que podría renunciar al caza F-35 si Trump sigue con la guerra de los aranceles
La participación de Canadá en el programa F-35 se encuentra en el punto de mira debido a las crecientes tensiones comerciales con Estados Unidos, informa The War Zone. La amenaza de Donald Trump de imponer aranceles del 25% a los productos canadienses ha generado interrogantes sobre el futuro de la compra de los aviones F-35 Joint Strike Fighter por parte de Ottawa al fabricante Lockheed Martin. De momento, el líder republicano ha retrasado un mes la entrada en vigor del gravamen a su vecino canadiense, donde algunas voces han sugerido posibles cambios en la política de compras a EEUU.
David Eby, primer ministro de la Columbia Británica, sugirió que estos aranceles podrían obligar a Canadá a buscar proveedores de defensa en otros países. Sin embargo, salir del programa F-35 no será fácil para Canadá, ya que supondría un retraso en el reemplazo de su flota de aviones CF-18. En enero de 2023, el primer ministro Justin Trudeau oficializó un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos y Lockheed Martin para la adquisición de 88 aviones furtivos, con las primeras entregas previstas para 2026. Este acuerdo parecía poner fin a un largo y difícil proceso de adquisición, que se remontaba a 2010 cuando el gobierno conservador de Canadá anunció su intención de comprar 65 F-35A.
Posteriormente, el gobierno liberal de Trudeau dio luz verde a la operación pese a que durante su época en la oposición prometió públicamente no comprar cazas F-35. “No compraremos el cazabombardero furtivo F-35. Lanzaremos una concurso abierto y transparente para reemplazar el avión de combate CF-18. La misión principal de nuestro avión de combate debe seguir siendo la defensa de América del Norte, no la capacidad furtiva de primer ataque”, dijo Trudeau entonces. Tras un desacuerdo comercial con Boeing, Canadá se decidió por el F-35 en marzo de 2022.
El gobierno canadiense presupuestó para la operación 15.000 millones de dólares, aunque se espera que el ciclo de vida completo del programa se aproxime a los 52.000 millones de dólares. Se trata, sin duda, de la mayor inversión de la Real Fuerza Aérea Canadiense (RCAF) en más de 30 años.
Canadá ha invertido en el programa F-35 desde sus inicios. Entre 1997 y 2021, la inversión canadiense ascendió a 613 millones de dólares, lo que permitió a empresas locales obtener contratos por más de 1.300 millones de dólares. Además, más de cien empresas canadienses suministran componentes para el F-35, incluyendo a Gastops, proveedor exclusivo de sensores de motor. Estas fuertes inversiones hacen que sea difícil para Canadá abandonar el programa, sostiene The War Zone, aunque existe un precedente con Turquía, que fue expulsada del programa por negarse a renunciar a la compra de sistemas de defensa rusos.
Los aranceles canadienses actuales no afectan de inmediato a las industrias de defensa. Sin embargo, una escalada de la guerra comercial podría llevar a Canadá a tomar medidas que sí afectarían la industria de defensa de Estados Unidos, como restringir la exportación de minerales críticos y productos energéticos, así como la prohibición de que empresas estadounidenses participen en licitaciones gubernamentales.