Javier Pagés: "El vino español da una calidad muy superior al precio que tiene"
El mundo del vino tiene una importante cita la próxima semana en la Barcelona Wine Week (BWW), que durante tres días, del 3 al 5 de febrero, reunirá en el reciento de la Fira de Barcelona a más de 1.100 bodegas españolas y compradores de todo el mundo. El estancamiento del consumo de vino en España y de las exportaciones en mercados tradicionales impulsa a las bodegas españolas a buscar nuevos horizontes para crecer y la BWW es una excelente oportunidad para encontrar esos consumidores que España va perdiendo poco a poco. Un fenómeno que, como explica Javier Pagés, presidente del certamen y de la D. O. del Cava, preocupa a las bodegas.
En conversación con LA RAZÓN, Pagés asegura que entre los motivos que cree que están conduciendo a este menor consumo está la mayor preocupación por la vida saludable. Un fenómeno en el que, a su entender, "el vino ha salido penalizado por el tema del alcohol, lo que es lógico en parte. Aunque yo creo que el consumo de vino moderado no debiera causar esta problemática", reflexiona.
El fenómeno del retroceso del consumo no es exclusivo de España, añade. Afecta a lo que denomina "países del vino del viejo mundo" como puedan ser Italia o Francia. Y es especialmente grave en el caso de España ya que es el segundo máximo exportador mundial en volumen, con un 13% de las exportaciones mundiales totales. Por eso, Pagés considera que el vino español necesita encontrar nuevos mercados, algo que considera factible. "Estamos sufriendo la tendencia de la caída del consumo, aunque hay países donde no es así. Por ejemplo, Brasil, que está descubriendo el vino, tiene crecimientos espectaculares. Y algunos países europeos y asiáticos crecen y tienen todo por delante".
[[QUOTE:PULL|||"Tenemos que mejorar en redes comerciales y marketing y también invertir"]]
En la carrera por los nuevos mercados, el vino español afronta una dura competencia y parte con cierta desventaja. Pagés asegura que "el vino español es reconocido a nivel mundial por todo el sector". Pero admite que, a "nivel de escalafón y de notoriedad, tiene que seguir ganando terreno". Según explica, el vino español "da una calidad muy superior al precio que tiene y eso es muy bueno. Pero también quiere decir que a nivel precio y de imagen tenemos mucho que hacer".
El presidente del BWW no cree a este respecto que, como algunos dicen, los franceses o los italianos se vendan mejor. Simplemente, cree que es difícil pelear contra ellos porque "tienen ganada la posición en los mercados". Francia "tiene los vinos más valorados y por los que se paga más aunque los vinos españoles no tengan nada que envidiar. Y los italianos tienen una gran distribución de toda la vida y han entrado en países muy importantes como EE UU", admite. Pero el vino español, subraya con seguridad, ha reducido la distancia en imagen y posicionamiento que tenía respecto a otros para compradores extranjeros. "Y poco a poco vamos acortando más esa distancia. Eso sí, también reconoce que habrá que seguir "picando piedra" para cerrar esa brecha.
Entre las medidas que cree que se pueden tomar para seguir acercándose a sus competidores, Pagés asegura que hay que hacer "mucha formación con sumillers, masters of wine, periodistas... y seguir explicando lo que tenemos, lo que somos, que te caten... Tenemos que seguir mejorando en redes comerciales e invirtiendo, trabajar mejor el márketing...".
Aunque abrir nuevos mercados es prioritario, el presidente de la D.O. del Cava también presta atención a aquellos en los que está presente y que son importantes para el sector como Estados Unidos. La llegada a la presidencia de Donald Trump y sus amenazas arancelarias causan incertidumbre entre las bodegas españolas. Pero como añade, Pagés, no hay pánico. "Es un mercado muy receptivo. Están acostumbrados a tener vinos de todo el mundo, les gusta tenerlos por muy patriotas que sean. Y hay que seguir trabajando porque las épocas más difíciles a nivel comercial van y vienen. El buen vino está aquí y va a seguir estando".
Además de en las exportaciones, el sector del vino español está poniendo énfasis en otros aspectos para tratar de frenar la caída del consumo. Pagés, por ejemplo, destaca los problemas que está teniendo el tinto, menos consumido que años atrás. "Tiene más cuerpo y estructura y no se toma tan frío como el blanco. Y hay gente que defiende que en estos momentos, el consumidor está tirando más a vinos blandos porque van más con su estilo de vida. Es más fresco, ligero, más fácil de tomar. Y hay tintos que se están planteando mantener la calidad pero hacerlos más ligeros, elegantes, con menos cuerpo", relata.
[[QUOTE:PULL|||"Las bodegas deben especializarse en producir valor añadido"]]
En todo caso, el presidente de la BWW cree que los productos españoles no deben obsesionarse con el volumen, que, a su juicio, no debe ser el objetivo en general de una bodega. "A veces mover volumen mueve facturación, pero si no deja margen, tampoco es interesante". En su opinión, hay parte sin valor añadido que no importa perder. "Las bodegas deben especializarse en producir valor añadido", destaca.
Hablando de números y de inversiones, Pagés asegura que esa época de famosos entrando por doquier en el mundo del vino es cosa del pasado. Porque, como dice, muchos "se dejaron llevar y quizá pusieron más ilusión y corazón que cabeza" y el negocio no les salió bien. "El mundo del vino es atractivo, pero para los profesionales. El que entra debe tener en cuenta que el ciclo del vino es muy largo. Hay una planta, que debe crecer, se vendimia una vez al año, se mete en bodega... el que se meta en este mundo, que no espere retornos rápidos porque no los tendrá", concluye.