Aflojan la tuerca al ‘apretón’ monetario
Esta semana el Banco de México (Banxico) recortó su tasa de referencia por primera vez en 2025, el 6 de febrero, en medio punto porcentual, situándose en 9.50 por ciento.
Esta fue la primera disminución de esa magnitud desde mediados de agosto de 2020, durante la primera ola de la pandemia, y ahora se planea otro recorte similar a finales de marzo.
En la última reunión de 2024, el 19 de diciembre, la Junta de Gobierno del banco central redujo en un cuarto de punto la tasa para cerrar el año en un nivel de 10 por ciento.
Además, elevó sus expectativas de inflación general y subyacente ante la incertidumbre por la posible imposición de aranceles de Estados Unidos y la persistencia de la inflación de servicios en México.
En la primera reunión de 2025, la Junta de Gobierno evaluó el “significativo avance” en el proceso de desinflación en el país.
En el comunicado sobre la decisión de esta semana, Banxico señala que, tomando en cuenta el actual panorama inflacionario y el grado de restricción monetaria prevaleciente, “la Junta de Gobierno consideró apropiado una reducción de la tasa de referencia de mayor magnitud”.
Así, por mayoría de cuatro a uno, la Junta de Gobierno redujo la tasa de referencia en medio punto a 9.50 por ciento, luego de cuatro decisiones consecutivas en que la recortó en un cuarto de punto.
El voto disidente fue del subgobernador Jonathan Heath, quien votó por un recorte de sólo un cuarto de punto a 9.75 por ciento.
Por cierto, esta fue la primera decisión de política monetaria del subgobernador Gabriel Cuadra, quien es el nuevo integrante de la Junta de Gobierno.
El principal cambio en la guía prospectiva para la política monetaria del Banxico tiene que ver con los ajustes futuros en la tasa de referencia:
“La Junta de Gobierno estima que hacia delante podría continuar con la calibración de la postura monetaria y considerar ajustarla en magnitud similar”.
El mensaje es que mantiene sobre la mesa la posibilidad de otro ajuste a la baja de medio punto en la próxima reunión de marzo.
Es así como se proyecta que en 2025 el banco central continuará la relajación de su ciclo monetario restrictivo, tanto por la disminución de la inflación como por la debilidad de la actividad económica en México.
Esta debilidad se acentuó en el cuarto trimestre de 2024, periodo en que el PIB registró una contracción de 0.6 por ciento trimestral, su primer tropiezo desde el tercer trimestre del 2021.
Hacia el cierre de 2025, se estima que el crecimiento de la actividad económica nacional rondará el 1 por ciento, apuntalado principalmente por el comportamiento del mercado interno, gracias al soporte que le brinda el consumo privado.
El gasto privado se mantiene en terreno positivo debido al flujo significativo de remesas del exterior, el crecimiento de la masa salarial real en el sector formal de la economía y la transferencia de recursos gubernamentales a través de programas sociales.
En cuanto a la inflación, el INPC presentó una desaceleración en enero de 2025, incluso un poco más pronunciada que la esperada por los analistas.
En el primer mes del año, la inflación general se ubicó en 3.6 por ciento anual, inferior a la de 4.2 por ciento al cierre de 2024.
A su interior, el componente subyacente, que es la inflación estructural de la economía, cerró enero en 3.7 por ciento anual, prácticamente sin cambios respecto a la del mes anterior, mientras que el no subyacente lo hizo en 3.3 por ciento anual, lo que significó un descenso desde 6 por ciento en diciembre, gracias a la caída en los precios de los productos agropecuarios.
Aunque la inflación general está relativamente contenida y en enero se ubicó dentro del rango de variabilidad del Banxico en torno al objetivo de inflación de 3 por ciento más o menos un punto, irá convergiendo lentamente hacia la meta, lo que se prevé para el tercer trimestre de 2026.
La convergencia de la inflación a la meta enfrenta muchos retos, empezando por el hecho de que la inflación estructural de nuestra economía está más cerca de 4 por ciento que del objetivo puntual del Banxico de 3 por ciento.
A esto se suma la amenaza latente de que EU imponga aranceles a sus importaciones mexicanas y otras restricciones a su comercio con México.
La inflación sigue siendo un desafío importante.