No ha sentado nada bien en
Dallas el traspaso de su máxima estrella hacia
Los Ángeles. Y todos los focos apuntan hacia un culpable,
Nico Harrison, general manager de los Mavericks, que según apunta la periodista estadounidense
Malika Andrews, ha tenido que contratar un equipo de seguridad para custodiar su casa ya que el ex-ejecutivo de
Nike ha recibido varias amenazas de muerte.
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