«¡Uf, qué agobio ! Qué ganas de salir corriendo de esta situación. No puedo más». Seguramente, ya habrás experimentado alguna situación incómoda de agobio. Es una sensación frecuente que, si no aprendemos a aliviarla o regularla, puede llegar a bloquearnos y crear un sufrimiento añadido. Nos referimos a esa sensación de tensión que parece crecer dentro de nosotros de forma incontrolable. Puede llegar a bloquearnos y ser abrumadora, pero la buena noticia es que hay formas efectivas de gestionarla. Desde la psicología y la meditación abordamos el agobio de manera práctica para transformarlo en respuestas más funcionales ante el estrés, los desafíos o dificultades. Porque aunque a veces nos cueste aceptarlo, sabemos que no podemos controlar lo que sucede, ni qué desafíos aparecen en nuestro día a día, pero sí podemos aprender a conducirlos de una forma más atenta, despierta y conectada. Una forma que nos permita ser más eficaces sin aumentar nuestra tensión interna hasta explotar por dentro. El agobio es una respuesta subjetiva, no todo el mundo se agobia de la misma forma ni ante las mismas situaciones, pero todos podemos aprender a gestionarla de forma distinta, sin angustia . Podemos aprender a ver desde otra perspectiva la realidad que nos rodea. Y para ello, el paso principal es situarse en el presente , anclarte al aquí y ahora para poder observar con calma y perspectiva lo que realmente está sucediendo y no tanto lo que tu fantasía catastrófica disparada por el agobio te está diciendo que ocurre. Necesitas relajar la mente y el cuerpo , junto a la respiración consciente y profunda. De esta manera, podrás ordenar mejor las tareas que te agobian, relajar las tensiones que aparecen ante ellas y darte cuenta si te invade algún pensamiento que te molesta. Y es que lo que interpretas de lo que sucede es lo que realmente está incrementando tu agobio. Probablemente, tus pensamientos estén alimentando -sin darte cuenta- la inseguridad, la amenaza percibida, el miedo , y es importante salir de ellos. Cultiva una perspectiva más lúcida y de autoapoyo. Un contacto genuino contigo y tus recursos personales en los que poder balancear con pensamientos más constructivos y conductas proactivas. Escribe un listado de estas tareas, y prioriza . No es saludable exigirte poder con todo, ni mucho menos controlarlo. Distribuye bien las tareas, busca alguien en quien delegar si lo necesitas y, sobre todo, no permitas que el miedo te conduzca hacia fantasías catastróficas de futuro. Recuerda que la paciencia es importante y que, si permaneces en calma y con lucidez, podrás avanzar sin bloquearte. Confía en ti, eres capaz de resolver tus problemas y apoyarte en los demás. Busca recursos y respuestas funcionales . Acepta lo que viene y no hagas crecer tus pensamientos negativos. No te enganches en discursos internos que te hacen daño, es importante aprender a manejar tus emociones y la forma en la que interpretas la realidad , la frustración o las dificultades . No siempre las cosas salen como uno quiere ni tampoco sucede lo que deseamos. Será mucho mejor aceptar lo que ocurre y confiar en que podemos seguir construyendo nuestro camino en la dirección deseada. Ser flexible, te ayudará a adaptar mejor tus respuestas y actitud ante lo que ocurre. No anticipes lo que vendrá, ves paso a paso. Recuerda siempre anclarte al presente, a tu respiración y confianza . La incertidumbre existe, pero también puedes aprender a navegarla sin sentirte a la deriva. Si quieres entrenarlo, te comparto un resumen que puede ayudarte a ponerlo en marcha y una meditación guiada para acompañarte a conseguirlo. Te comparto el enlace de la meditación guiada y, cada domingo, te espero para seguir entrenando la mente. Podemos encontrarnos cada domingo en ABC Bienestar (te pongo aquí el listado de las meditaciones guiadas ). Además puedes saber más sobre mi trabajo en torno a los beneficios de la meditación en el libro 'El poder sanador del silencio' (Grijalbo) y en la cuenta de instagram: @belencolomina.
