"Para mí es un orgullo. Es el reconocimiento al trabajo de un año repleto de esfuerzo, de muchos resultados. Estos no han sido solo míos, sino de todo el equipo", reflexiona de inicio
Bea Ortiz. A sus veintinueve años, con mucho waterpolo por delante, es consciente de que será muy complicado superar el listón que ha dejado el 2024. Feliz, satisfecha por el año vivido e ilusionada por lo que está por llegar, atiende a MD.
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