El
Barça culminó en
Sevilla una reacción espectacular que le permite estar ahora a dos puntos del liderato y a uno solo del
Atlético, segundo en la clasificación. Lo hizo, a pesar de jugar más de media hora con diez jugadores en el
Sánchez-Pizjuán. Fermín vio la tarjeta roja por una entrada que, seguramente, merecía ese color, pero quien debió abandonar el terreno de juego lesionado fue
Araujo tras una entrada de
Saúl que solo fue amarilla. A lo largo de todo el partido lo que sí quedó claro es que hubo un jugador que se salió por calidad y visión.
Pedri dio una lección de fútbol.
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