¡Es el dolor!
Se debate en los medios con frecuencia de ida y vuelta la cuestión de los toros, que en definitiva es una suerte de pata de eso que se ha dado en llamar la cuestión de los animales. Ministros e intelectuales varios entran al trapo para aportar su granito de arena a la discusión, y creo que esta no apunta al fondo de la cuestión. Y no me refiero al fondo de la cuestión animalista, porque confieso que yo ya no sé qué es y qué no esto del animalismo en los tiempos que corren.