San Valentín es mucho más que una fecha en el calendario; es una oportunidad para crear momentos inolvidables, y la cocina puede ser el ingrediente secreto que haga de esta ocasión algo especial . No se trata sólo de lo que se sirve en la mesa. Se trata ¡de la experiencia completa! El ambiente cálido, la luz tenue de unas velas, música suave de fondo y, por supuesto, platos que despierten los sentidos y el corazón . En este día tan especial, la comida se convierte en un lenguaje propio para expresar afecto . Los platos pensados para San Valentín y las bebidas que nos acompañarán en el Día de los Enamorados suelen tener ese «algo» diferente: una presentación cuidada, formas especiales que evocan corazones o flores, y combinaciones de sabores que sorprenden y enamoran. Los detalles marcan la diferencia , y un simple bocado puede convertirse en una declaración de intenciones si está preparado con esmero. Además, la idea de compartir platos que se comen con las manos aporta una sensación de cercanía y complicidad. Entrantes fáciles de tomar sin cubiertos, texturas crujientes y pequeños bocados permiten una interacción más relajada y divertida, ideal para crear una atmósfera cálida e íntima. También es el momento perfecto para atreverse con sabores diferentes , añadiendo un toque picante o ingredientes afrodisíacos que despierten la curiosidad y la pasión. El ambiente es tan importante como la comida. La elección de una vajilla especial, una decoración sencilla pero elegante, y detalles cálidos como flores frescas o una copa de vino bien elegida pueden transformar la velada en un recuerdo imborrable. No es necesario un menú complicado; basta con platos sencillos, pero pensados para sorprender . En GURMÉ sabemos que el tiempo no nos sobra. Por eso, queremos proponerte siete platos que puedes preparar en 30 minutos para sorprender a tu pareja , a tus amigos o a ti mismo. Estas recetas, saladas y dulces, son rápidas, sencillas, deliciosas e idóneas para conquistar paladares. En las siguientes secciones, te proponemos una selección de recetas perfectas para celebrar el amor de una manera deliciosa . Cada bocado está diseñado para cautivar, con un toque diferente que hará que tu cena de San Valentín sea inolvidable. Porque el verdadero secreto está en cocinar con el corazón. Nuestra primera receta para San Valentín será un plato con espárragos blancos como protagonistas. Comenzamos escurriendo los espárragos de su lata y reservándolos. Untamos ahora las rebanadas de pan de molde con un poco de mantequilla y las pasamos por una plancha. Retiramos y colocamos sobre un papel absorvente para quitar el exceso de grasa. Colocamos sobre las rebanadas de pan los espárragos y espolvoreamos sobre ellos el queso rallado. Introducimos los canapés en el horno a unos 180 grados. Dejamos 10 minutos o hasta que el queso gratine. Servimos decorando con una ramita de perejil. Ver receta completa Este plato es un entrante que nunca falla en las ocasiones más románticas. Si has comprado las planchas congeladas, descongélalas siguiendo las instrucciones del fabricante. Colócala en una bandeja de horno sobre papel de hornear. Estírala bien y pon encima las lonchas de queso hasta cubrir toda la superficie. Haz lo mismo con el jamón york. Una vez puestos estos ingredientes, tapa con la otra placa. Con el molde en forma de corazón recorta la empanada, apretando con los dedos los bordes de cada uno de los corazones. Bate un huevo y, con ayuda de una brocha o de una espátula pinta los corazones. Introdúcelos en el horno a 200 grados unos 10 minutos. Ya están listos para ser disfrutados este día tan especial. Ver receta completa Extiende una «cama» de sal sobre la plancha bien caliente. Lava los langostinos bajo el grifo y colócalos en fila sobre la sal. Rocía con un poco de aceite de oliva las cabezas de los langostinos y cocina durante 1 minuto. Cuando haya transcurrido el minuto, les damos la vuelta a los langostinos y repetimos la operación. Servimos los langostinos en una bandeja acompañándolos de limón. ¡Listo! Ver receta completa Preparar estas ostras es muy sencillo. Primero, cortamos la parte blanca de los puerros en juliana y llenamos una taza con ellos. Vertemos en una sartén con una cucharada de mantequilla y salteamos a fuego medio. Dejamos hasta que se pongan blandos. Salpimentamos al gusto. Abrimos las ostras y retiramos la concha. Les damos un hervor. Ahora, extendemos los trozos de salmón ahumado. Colocamos encima una cucharada de los puerros y una ostra en cada trozo de salmón. Enrollamos el salmón y colocamos encima de la concha de las ostras. Ya está listo este rico entrante. Ver receta completa El risotto de remolacha: Comenzamos sofriendo el puerro, la cebolleta y el ajo, todo ello finamente picado, en una cazuela baja con un poco de aceite de oliva. Mientras tanto, pela las remolachas y tritúralas con el caldo de ave. Ahora pasa el resultado por un colador chino para así eliminar los posibles restos de fibra. Cuando el sofrito esté bien pochado, incorpora el arroz y rehógalo con las verduras. Ahora sube la intensidad del fuego, añade el vino blanco y espera a que se evapore el alcohol. Vuelve a bajar el fuego y vierte una tercera parte del caldo de verduras con remolacha. Pon a punto de sal y cocina a fuego suave, sin parar de remover para que el arroz vaya soltando su almidón y vaya ligando con el caldo. Iremos incorporando el caldo con la remolacha a medida que se vaya evaporando el anterior, hasta que el arroz nos quede bien cremoso y «al dente». Una vez el arroz esté en su punto, añade la mantequilla y remueve. Limpia los salmonetes y extráele los lomos, los cuales cocinaremos por la parte de la piel en una plancha muy caliente con unas gotas de aceite de oliva. Emplata un poco de risotto de remolacha y coloca sobre éste un lomo de salmonete. Por último, decora con unas lascas de parmesano. Ver receta completa Y vamos a por los dulces. Con esta receta, no tendrás que cocinar apenas. Se trata de un postre muy sencillo pero que sorprenderá a esa persona especial en un día como San Valentín. Tan sólo necesitas un molde con forma de corazón. Justo antes de servir, saca los helados del congelador y, con el molde recorta dos corazones. Uno de cada helado. Coloca sobre un plato regado previamente con la mermelada de frambuesa. Corona cada corazón con unas guindas y ¡listo! Ya tienes preparado este rico y romántico postre. Ver receta completa Y, para terminar, una copa de lo más romántica. Lo primero que tenemos que hacer es coger las fresas y lavarlas bien bajo el agua. Les quitamos el rabito y las partimos en trozos medianos. Colocamos las fresas en un recipiente y añadimos las cuatro cucharadas de azúcar, removemos bien hasta que veamos que el azúcar está bien disuelto. Agregamos la leche y volvemos a remover. Metemos en la nevera y dejamos hasta la hora de servir. Justo cuando vayamos a tomarlo añadimos el cava y removemos. Ver receta completa