Esta es la historia del condón
El condón es uno de los métodos anticonceptivos más populares y lleva siglos acompañando a millones de personas a evitar embarazos e infecciones de transmisión sexual.
Su historia está llena de curiosidades y múltiples cambios para llegar a lo que conocemos hoy. La revista Indian Journal of Urology, recopiló la historia y varios de los mitos que se le han atribuido.
Con motivo del Día Mundial del Condón, que se celebra este 13 de febrero, compartimos parte de esta historia.
Condones mal ajustados reducen placer sexual
Historia antigua (y mitológica) del condón
Los datos más antiguos de este método anticonceptivo no corresponden exactamente a historia, sino a mitología.
Las narraciones griegas cuentan que el rey Minos, hijo de Zeus y Europa y “padre” del Minotauro tenía “serpientes y escorpiones en su semen” y esto mataba a sus amantes. Para protegerlas, usaba tejido de la vejiga de cabras.
Los relatos de los egipcios, por su parte, señalaron el uso de fundas que variaban de color según jerarquía social.
“Se dice que en la tumba de Tutankamón se encontró uno y está en el Museo de El Cairo”, comentó la sexóloga Marianela Arias Lamiq.
Día Internacional del Condón: ¿por qué se celebra el 13 de febrero?
Intestinos de cabra y oveja en condones
En Roma, se usaban fundas de la vejiga e intestinos de cabras y ovejas. Esto tenía como principal propósito la higiene y no enfermar, no evitar embarazos.
Lejos de Occidente, el artículo en Indian Journal of Urology cuenta que la civilización china confeccionaba fundas de papel de seda que se aplicaban con un aceite para obtener lubricación.
Renacimiento y condones más sofisticados
Con el Renacimiento, el florecer del conocimiento humano también llegó a la vida sexual. El anatomista italiano Gabriele Falloppio, a quien se le atribuye el descubrimiento de las trompas de Falopio, tuvo su protagonismo en el condón.
En aquel momento había una epidemia de sífilis, y se usaba una funda de lino para evitar el contagio. Esta funda se aseguraba con un cintillo para evitar que se moviera durante el acto sexual.
Pero no era tan sencillo, antes de usar un preservativo, debía sumergirse en un líquido antiséptico que mataba posibles bacterias y hacía la textura más blanda. Fallopio puso a prueba su tesis con 1.000 hombres y ninguno contrajo sífilis.
En esas épocas, precisa el artículo científico, también se utilizaban fundas de vejigas e intestinos de cabra y oveja. Eran hechas a mano por artesanos, quienes consideraban que la flexibilidad y elasticidad de estas vísceras ayudaba a resistir un pene erecto.
Como resultado del invento, la fecundidad en Inglaterra bajó, y esto causó animadversión en diferentes denominaciones religiosas.
En los siglos XVII y XVIII los condones se vendían en tiendas, pero eran un lujo que pocos podían pagar. Por ello, no eran desechables. Se recomendaba lavarlo y desinfectarlo después de cada uso.
Condón moderno llega de la mano de Goodyear
En el siglo XIX, la empresa de neumáticos Goodyear ayudó a crear los primeros condones con caucho. El material tenía muchas ventajas: es maleable, flexible y de mayor resistencia y duración. Además, podían producirse preservativos en masa. Eso también permitía un menor precio.
Para 1860 los condones de caucho se producían a gran escala y los derivados de animales eran artículos de lujo.
Látex cambió la vida del condón
En la década de 1920, el látex llegó a la industria y a la salud sexual. Era un material elástico y resistente, más flexible. Al ser más barato podía ser desechable y así bajar el riesgo de infecciones.
Con el tiempo se descubrió que había personas alérgicas al látex. Esto hizo que en las últimas décadas se crearan condones de otros materiales, como el poliisopreno.
Condón y placer
Más allá de evitar embarazos e infecciones de transmisión sexual, el condón en los siglos XX y XXI entró de lleno en el juego del placer: látex cada vez más delgado para mayor sensibilidad (sin sacrificar resistencia), diferentes colores, aromas, texturas y hasta la posibilidad de usarse con juguetes sexuales dan un nuevo uso que prolonga el placer.
“Incluso el momento de colocar el condón puede ser parte de ese juego sexual tan importante. Las miradas, los juegos con los testículos, todo eso puede elevar el placer también”, destacó la sexóloga.